Te evito, pero sospecho que tarde o temprano te comeré de nuevo a mordiscos, con tus 500 calorías o más, vos sintiéndote la princesa en “Hamburguerlandia”. Si al menos anduvieras sola, pero esas amiguitas, las papas fritas, con unas 500 calorías más, no tardan en aparecer. La gaseosa es lo de menos, con aquello de “diet” se hace la muy inofensiva y uno hasta llega a verla con buena amiga, la de confiarle los secretos. ¡Pero vos...! Cada vez que caigo en tentación, me haces pagar con 45 minutos de carrera.
Ni siquiera sé de donde venís, pero aparecés a la vuelta de cada esquina, justo cuando uno anda en carreras y con ganas de algún bocado.
Dice la “sabelotodo” wikipedia que tus antepasados son de Hamburgo -de ahí tu nombre- aunque no está claro quién fue el primero en poner un trozo de carne entre dos panes. ¡Y yo que pensaba que venías del tal McDonal´s (con aparición en los años 40)!
No importa en todo caso si sos alemana, gringa o tica, pero aquí me salís por todas partes. Algunas veces te hacés la interesante, desarmada, con la lechuga a un lado, igual que la cebolla y el tomate, esperando que sea yo quien tome la iniciativa de armarte. De burguesa no tenés nada, pensaba el otro día, hasta que conocí a las “pipis” esas del famoso restaurante “Cheesecake Factory”. Las “Glambugers”, algo así como hamburguesas con “glamour” se ven atractivas, aunque también algo pesadas. A vos, en cambio te evito, pero creo que un día de estos caeré de nuevo.