San Rafael, Alajuela. - Un contingente de agentes judiciales, fiscales y jueces tomaron ayer durante cuatro horas, la sección de Máxima Seguridad de La Reforma, con el fin de buscar indicios que ayuden a esclarecer el homicidio de Joehl Araya Ramírez.
El presidiario protagonizó la fallida fuga del 11 de mayo que le costó la vida a tres personas: dos reos y un policía carcelario. Araya apareció sin vida en su celda, días después.
Ayer, la acción de las autoridades inició a las 11:30 a.m. y culminó minutos antes de las 3:30 p.m. con la salida de cuatro vehículos oficiales del centro penal.
La oficina de prensa del Ministerio Público confirmó que se decomisaron documentos en los dos sectores de La Reforma allanados durante la diligencia.
Uno de los sitios fue la sección de Máxima Seguridad, así como la dirección del centro penal. La acción policial fue coordinada por la fiscal adjunta interina de Alajuela, Gabriela Alfaro.
Seidy Granados Barrantes, esposa de Araya, manifestó vía telefónica que ya cuentan con un abogado, aunque de momento prefirió no brindar su nombre, ya que tienen que planear las acciones de la próxima semana.
Mientras se analizan los documentos incautados, un total de 10 policías penitenciarios del ámbito de Máxima Seguridad se mantendran suspendidos durante tres meses con goce de salario.
Anteayer Jorge Rojas, director del OIJ, confirmó que la causa de muerte de Araya fue homicida, ya que presentaba golpes varios en la cabeza y la espalda.
El certificado de defunción de Araya reveló que el hombre recibió fuertes golpes en la cabeza que le causaron hemorragias.
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