En Finca 5 de Cariari de Pococí, Limón

Nicolás Aguilar R.
Reiner Montero

naguilar@nacion.com

Pococí. - Encandilados, de repente, por el sol que despuntaba.

Esta es la posible causa del accidente aéreo que cobró ayer la vida de dos experimentados pilotos en una bananera de Finca 5 de Cariari, en Pococí de Limón.

Las autoridades identificaron a los aviadores fallecidos como Fernando Salazar Aguilar, de 43 años y Ricardo Joaquín Venegas Espinoza, de 45 años.

Ambos laboraban desde hace varios años en la empresa El Colono Agropecuario S.A. y, según allegados, cada uno tenía más de 18 años de experiencia.

Ayer, su propietario, José Alberto Castillo, no quiso atender a la prensa y ordenó a varios de sus empleados guardar silencio.

El cielo despejado

El accidente ocurrió entre las 6:20 a.m. y las 6:25 a.m. Según vecinos, en ese momento el cielo estaba despejado y salía el sol.

Salazar, vecino de Naranjo de Alajuela, casado y padre de una niña de 10 años, trabajó durante 15 años en Vigilancia Aérea del Ministerio de Seguridad Pública. “Era un hombre alegre, emprendedor, un entusiasta de la aviación...”, recordó ayer el Comisario Oldemar Madrigal, director de dicha dependencia policial.

Venegas, hondureño nacionalizado costarricense, también piloteaba desde hace casi 20 años, según los registros oficiales.

Investigadores de la Dirección de Aviación Civil iniciaron las pesquisas la mañana de ayer y, preliminarmente, no descartan que el sol encandilara a uno, o a los dos pilotos, provocando, en pleno vuelo, un choque violento y mortal entre las fumigadoras.

Nave cayó frente a casa

El choque de las dos avionetas, cargadas con unos 300 galones de agroquímico cada una, estremeció casas cercanas y despertó violentamente a sus moradores.

Restos de una de las fumigadoras, con su piloto prensado y moribundo, cayó frente a la casa de Marita Pérez, quien, según narró, corrió para auxiliarlo. “Le corté las tiras del cinturón porque estaba muy prensado. Lo abracé y le hablé para que reaccionara pero no se movía. El se murió al ratito sin decir nada”, afirmó. La Policía confirmó que se trataba del piloto Salazar.

La avioneta de Venegas cayó unos 500 metros, dentro de un bananal. “Me despertó un estruendo que pasó sobre mi casa y salí corriendo para ver qué pasaba, Había restos de avión por todo lado y el piloto estaba prensado. Ya no se movía, estaba muerto”, relató Jordan Núñez, otro vecino que corrió asustado tras el estruendo a “ver si podía salvar al piloto”.