Tituló un diario argentino

Miguel Calderón Suárez
miguel.calderon@aldia.co.cr

La Sabana.- Los más de 35 mil aficionados que asistieron al juego de antenoche entre Costa Rica y Argentina se retiraron del Estadio Nacional decepcionados, molestos, frustrados, con un sinsabor evidente en su rostro.

Las miradas antes, durante y después del partidos se concentraron en un solo jugador.

La “Joya” de La Sabana rugía. ¿La razón? El público quería ver a un diamante argentino.

En una de las graderías, una bandera albiceleste “exclamaba”: “Messi, cinco minutos por favor”. Pero todo fue en vano...

La “Pulga” se hizo más pequeña y se escondió en la banca.

Y el técnico Sergio el “Checho” Batista demostró todo su talento: sin tocar la pelota se bailó a cuatro millones de ticos, que esperaban con anhelo ver a un Javier Zanetti desbordar por la banda, o tan solo deleitarse con los regates de los volantes Ángel Di María y Esteban Cambiasso.

Ninguno de los tres jugó y para linda gracia, ¡Batista los pone a trotar luego del compromiso! ¿Ya para qué? ¿No era suficiente la humillación con prometerlos en conferencia de prensa y luego simplemente utilizar un equipo “B” contra Costa Rica?

“Messi vino a pasear”

El descontento no se hizo esperar; algunos seguidores costarricenses que asistieron al estadio reaccionaron con ira, ante la no presencia del astro del Barcelona en la gramilla del nuevo reducto.

“¡Tengo ganas de llorar!”, expresó Francisco Zúñiga, un joven aficionado que compró su boleto desde diciembre y quien viajó antenoche desde Guanacaste, para ver a Lionel.

“Esto es una falta de respeto, un fraude, nos burlaron. Messi vino a pasear”, comentó Gustavo Rivas, vecino de Puntarenas.

Osvaldo Mora, de Cartago, afirmó que “luego de saber que no iba a jugar, le perdí interés al encuentro. Yo venía a verlo a él, para eso compré la entrada”.