La Sabana. - A diferencia del juego inaugural ante China en donde algunos aficionados arrancaron puertas, dañaron llavines, robaron palancas de inodoros y pintaron paredes, los costarricenses tuvieron más conciencia y fueron más cuidadosos con las instalaciones del Estadio Nacional en el partido contra Argentina.
La gerencia del moderno reducto de La Sabana no reportó daños significativos ni adentro y afuera del escenario deportivo.
“La gente colaboró un poco más en colocar la basura en los estañones, no hubo ningún daño grave; solo un dispensador de jabón amaneció en el piso pero fue porque estaba un poco flojo”, comentó Randall Gutiérrez, gerente del Estadio Nacional.
Pero...
“El tema de la basura sigue siendo nuestro punto negro, de 1.250 bolsas de jardín llenas que recolectamos el pasado sábado en la apertura del coloso, la cantidad creció a 1.500”, contó Gutiérrez.
“Mucha gente vino a comer al estadio, los puestos de comida vendieron más”, explicó.
Agregó que el único inconveniente fue un desborde de aguas negras que se dio durante el juego debido a que algunas de las alcantarillas tenían sedimento y eso produjo que el agua se estancara.
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