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Martes 24 de mayo de 2011, San José, Costa Rica

Joehl Araya presentó denuncia a Sala IV el viernes pasado

Líder de fuga temía por su vida

Carlos Láscarez y Otto Vargas

clascarez@aldia.co.cr

Carlos Láscarez S. Otto Vargas M.

Dos días antes de su sorpresiva muerte (el domingo en una celda de Máxima Seguridad), el presidiario Joehl Araya Ramírez acudió a la Sala Constitucional para denunciar que temía por su vida a raíz de supuestas agresiones en la cárcel La Reforma.

Para las autoridades, Araya fue el líder del plan de fuga que el 11 de mayo terminó con la muerte de los presidiarios Erlyn Hurtado (autor de la masacre en el Banco Nacional de Monterverde) y Johnny Rodríguez Moya (condenado a 45 años por matar a otro policía penitenciario), así como el custodio Francis Morales Fallas.

Aunque ayer fue sometido a una autopsia, aún no existe claridad sobre los motivos de la muerte de Araya. Se espera que en al menos 15 días se conozcan.

Faltan tres resultados

Jorge Rojas, director del OIJ, aseguró ayer que permanecen a la espera de los resultados de exámenes de histología, neuropatología y toxicología practicados al cadáver de Araya.

Agregó al ingresar de nuevo a celdas, Araya hizo manifestaciones de inquietud, malestar y preocupación a otros presidiarios.

“La causa de muerte pudo ser accidental, homicida, natural o suicida. Por ahora es investigación abierta. Sería muy prematuro”, manifestó Rojas.

También falta por esclarecer las horas que llevaba de fallecido. Rojas confirmó que dentro de la celda que ocupaba en Máxima Seguridad había medicamentos, pero prefirió no ahondar de qué tipo ni en qué cantidades.

“Nosotros no manejamos que él hubiera sido amenazado por alguna persona. Joehl era un imputado en una causa de fuga y como tal no se le podía entrevistar formalmente”, comentó Rojas.

Temía por su vida

El presidiario aseguró en un recurso de amparo que temía por su vida, pues aseguró que dentro del penal es posible matar un reo “y luego decir que él mismo se suicidó o que murió en manos de otro reo”, dijo a los magistrados.

Araya aseguró haber recibido varias palizas, incluso algunas que “lo dejaron inconsciente”.

También dijo que el personal penitenciario lo despojó de sus bienes y le quebró un televisor de su propiedad.

“Se nos ha amenazado diciéndonos que ya tienen todo planeado para matarnos, pero que primero nos harán sufrir un tiempo más, lo cual en verdad preocupa muchísimo”, señaló.

El ministro de Justicia, Hernando París, ordenó ayer la dirección de Adaptación Social que se investiguen las circunstancias en que murió Araya.

Agregó que desconocía el recurso de amparo y que el personal que laboró el fin de semana no es el mismo que laboraba durante el intento de fuga.

Investigan trayectoria

Sobre la muerte del custodio Francis Morales, el director del OIJ afirmó que la bala que le quitó la vida pudo haber salido de cualquier parte, ya sea de una policía o del grupo de delincuentes que intentó huir.

“Cualquiera podría haberse colocado en línea de fuego y dar ese resultado. Si en un disparo alguien se interpone, podría salir afectado. Aun no tenemos el resultado de balística”, dijo Rojas.

Se cree que esta semana podría estar listo el informe. Solo confirmó que el balazo a Morales le ingresó por el abdomen.