Washington, EE. UU. / EFE. - Estados Unidos, con el presidente Barack Obama a la cabeza, se congratuló de la muerte en una operación estadounidense del clérigo radical islámico Anuar al Awlaki, “enemigo número uno” de Washington en Yemen.
“Esta mañana (ayer), Anuar al Awlaki, líder de operaciones externas de Al Qaeda en la península arábiga, resultó muerto en Yemen”, afirmó Obama en la ceremonia de relevo al frente del Estado Mayor Conjunto en la base militar de Fort Myer, en las afueras de Washington.
No obstante, indicó que Al Qaeda, si bien ha quedado “debilitada” tras este golpe, sigue siendo “peligrosa” y EE. UU. continuará su vigilancia.
Según el presidente, la muerte, en una operación estadounidense en Yemen, representa “una nueva prueba” de que la red terrorista y sus organizaciones afiliadas “no encontrarán refugio en ninguna parte del mundo”.
Obama atribuyó a Al Awlaki (de nacionalidad estadounidense) la autoría intelectual del intento de atentado contra un avión que cubría la ruta Amsterdam - Detroit en la Navidad del 2009, cuando el nigeriano Faruk Abdulmutalab intentó hacer estallar un explosivo que ocultaba en la ropa interior.
En ese caso, el propio Al Awlaki admitió haber adoctrinado al joven nigeriano durante la estancia de Abdulmutalab en Yemen.
También le acusó de responsabilidad en la trama para hacer estallar aviones de carga con destino a EE. UU. y cuya ruta había tenido origen en Yemen.
Ni el presidente en su intervención ni su portavoz, Jay Carney, posteriormente, quisieron aclarar las circunstancias de la muerte de este clérigo nacido en suelo estadounidense y con un máster en Educación en San Diego que se acabó convirtiendo en una de las grandes referencias de la lucha armada islámica.
Medios citan a altos funcionarios de Defensa para indicar que el clérigo murió en un ataque de un avión no tripulado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, algo que la Casa Blanca se ha negado a confirmar.