El conductista de animales es una de esas escasas personas en el mundo que pueden decir que tienen un don verdaderamente único.
Su talento va más allá de destacar en alguna especie de arte o tener un físico o mente extraordinarios, el suyo es un don de sensibilidad, pues es capaz de establecer un vínculo de confianza con los grandes felinos, sean chitas, leopardos o los temidos leones, sin temor a correr riesgo alguno.
Richardson reside en una reserva de vida salvaje cerca de Johannesburgo en Sudáfrica y no utiliza magia ni látigos para domar a los felinos. Él aseguró que goza de un don instintivo que le permite relacionarse con estos animales salvajes.
Los leones son sus favoritos, y se dedica plenamente a ellos con amor y respeto, es capaz de identificar cuando están molestos, hambrientos, tristes.
La primera vez que Richardson tuvo contacto con un león fue hace 13 años y quedó deslumbrado por este animal.
Sin embargo es consciente de los riesgos que toma y dijo que sabe que en cualquier momento la conducta de los animales puede cambiar.
En la reserva donde vive, Kevin ha participado en varios documentales como “Compañías peligrosas” y “Viviendo con una hiena”.
El año pasado estrenó una película llamada “White Lion”, en donde contaba los detalles de la vida de un pequeño león blanco que contrario a todos los pronósticos logró sobrevivir.
También está involucrado en numerosos proyectos de conservación.