Un año antes de que cerrara la compañía, el barretero o dinamitero Jorge Pineda Vargas no pensó en regresar a la mina, pero las circunstancias lo obligaron a regresar. Tras 15 años de laborar como sierrero, decidió “coligallar” en la mina 6. En ocasiones, dependiendo de la suerte, se gana ¢100 mil.
“Uno va ‘catiando’ para ubicar el hilo de oro. Desde hace tres meses que hago esto. Tengo esposa e hijos que mantener”, afirmó Pineda.
Cientos siguen con la fiebre del oro
El gigante del norte cumple 100 años
Cuatro conductores suman cinco multas
Doña María se entregó al pueblo
Su ilusión: la carretera terminada
Mejoras en puente sobre río Sucio
Fallece al resbalarse y caer en precipicio
¡Vaya manera de subirnos la autoestima!
Encuesta en Facebook.com/aldia.cr
Allanan lote con carros robados
Cliente de porteador muere en choque