No fueron nervios, sino ansias expresó el conductor lo que sintió previo a dar el sí.
“La primera vez (que me casé) fue por necesidad, más chiquillo con 22 años y un hijo de por medio, mi adorado Sebastián de 13 años. Hoy tengo 35 años, siendo dueño y en uso de mi razón encontré una persona que me llena, profesional, que es autosuficiente y que se entregó a mi hijo y lo ama como propio”.
Robles acotó, por aquello de las críticas, que aunque tengan un año de noviazgo la amistad se dio mucho tiempo atrás, y que para el amor no hay tiempo.
“Ana encontró en Sebas el hijo que no ha tenido, y él encontró en Ana la figura materna que no tuvo en los últimos años. Se adoran”, externó “Kiko”.
Consultado sobre si planean aumentar la familia, afirmó que a final de año podría darse una sorpresa. “Ana estuvo embarazada a inicios de año y con tres meses lo perdió. El tema está conversado y nos encantaría”, dijo.
La novia por su parte, contó que viajaron nueve familiares de Montevideo y su hermana desde Francia para presenciar la boda.
“Estoy superfeliz. La relación se basa en el respeto, la comunicación y el cariño. Aunque no soy la mamá de Sebastián, porque no lo llevé en la pancita, me siento como tal”, contó Ana María, con ocho años de radicada en el país.
Sebastián también se refirió a esta etapa de su padre. “Es bonito ver a mi papá iniciando otra vida. Ana no es la típica madrastra de novela, no es mala, es muy especial para mí”, contó el pequeño.
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