Sucesos
Sábado 28 de abril de 2012, Costa Rica

20 personas lo perdieron todo en Desamparados

Desazón e incertidumbre tras incendio

Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia.co.cr

Desamparados. - Un día después de que perdieron sus viviendas en un voraz incendio, más de 20 personas de barrio San Roque de Calle Fallas pasaron la noche en la capilla de la iglesia católica, en espera de que se presentaran personeros del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).

Lo que más lamentaban era que no pudieron rescatar nada más que sus ropas. Ayer botaban las láminas de zinc y apiñaban los restos de sus bienes, adquiridos con el paso de los años.

“Sólo le puedo decir que el humo era intenso y que mi hijo trató de ayudarnos a mi esposo y a mí. Después de lo ocurrido, estamos a la gracia de Dios y sólo con lo que andábamos puesto”, comentó Laura Jiménez Arguedas.

Otra afectada que no daba crédito a lo ocurrido fue Ruth Porras Guerra, quien se ganaba la vida en su pequeño taller de costura, del cual sólo pudo rescatar dos antiguas máquinas de coser.

En su taller, que funcionaba desde hace 22 años, fabricaba uniformes deportivos con materiales que le llevaban a su casa.

“A todos mis hijos los he sacado adelante cosiendo. Hoy (ayer) es un día diferente y el más triste de los últimos 35 años, ya que lo perdimos todo”, comentó al lado de su hija.

Posible mano criminal

Aguirre.- Jacinto Saborío, del Departamento de Ingeniería de Bomberos, indicó que por los patrones de difusión de las llamas y el punto de origen, el fuego que destruyó 30 vehículos en el plantel del Tránsito de Parrita pudo iniciar a partir de un acelerante aún no determinado.

Comenzó cerca de la malla, junto a un Daihatsu Terios. La seguridad en el sitio no era la mejor. A varios carros les faltan partes. Además existe un hueco grande en la malla.

Saborío agregó que los carros que allí se encuentran tienen algún problema legal como un choque, no portaban papeles o están involucrados en alguna muerte.

“Estos vehículos están muy dañados. Algunos ya estaban en proceso de donación como chatarra porque su dueño nunca apareció”, comentó el especialista.

* Colaboró Mario Guevara.