Nacionales
Jueves 2 de agosto de 2012, Costa Rica

Más de un millón a los pies de La Patrona de Costa Rica

A 377 años, fe en La Negrita sigue férrea

Hugo Solano

hsolano@aldia.co.cr

Cartago.- La romería movió más de un millón de caminantes en las últimas horas. La fe en la Virgen de los Ángeles, parece inflamarse con el paso de los años. Jóvenes, ancianos y niños llegaron al Santuario Nacional en Cartago donde hoy se celebran 377 años del hallazgo de la imagen.

A sabiendas de que en la madrugada comenzaba la actividad, la Policía de Tránsito dejó libre el paso a los devotos por la carretera de Tres Ríos. Un hilo entrecortado de caminantes adquirió fortaleza con el paso de las horas hasta convertirse en un torrente de peregrinos que en la noche y madrugada abarrotó el templo y sus alrededores.

El buen tiempo que imperó desde temprano hizo que muchos emprendieran la marcha.

Cáliz, trigo y la vid

A las 10 a.m., en la plaza del Santuario, se realizó la ceremonia de vestición, presidida por el obispo local, Francisco Ulloa.

El prelado criticó los programas de Educación para la Afectividad y la Sexualidad del Ministerio de Educación Pública (MEP) y anunció que en las diferentes catequesis de la iglesia se usarán las propias guías de educación afectivo-sexual.

Dijo que siempre se debe enseñar esta temática en comunión con con el magisterio de la iglesia y con las directrices pastorales.

“Esta conciencia se hace más urgente si se toma en cuenta que el Estado quiere dirigir este ámbito de educación. Y no es pequeño el riesgo de sucumbir a las imposiciones de la ideología de género”, agregó Ulloa.

Informó que la Conferencia Episcopal preparó guías para usarlas en la catequesis, en la pastoral juvenil y en la pastoral familiar de todas las parroquias.

Mientras su homilía resonaba en los altoparlantes, no dejaban de entrar romeros a la Basílica.

Poco antes de colocar el nuevo vestido a la imagen, llegó el grupo de romeros de Pérez Zeledón, que caminó 77 kilómetros. El vestido tiene figuras de la vid, el cáliz y espigas de trigo

Diana Quirós entró alzada por dos compañeros, dado que ya no tenía fuerzas y rompió el llanto al ver cumplida su meta.

Detrás de ella, apoyada en un bordón del que estaban sujetos varios vestidos confeccionados con la talla de la imagen, llegó Hannia Quirós Fallas.

Ella y su familia son de San Ramón Norte de Pérez Zeledón.

“Los hago para mi virgencita y para mi padre celestial, dijo llorando. Mientras pueda cada vez le voy a traer más. Debemos tener fe en Dios y en su madre que intercede siempre, aunque a veces tengamos que esperar”, dijo.

Al inicio de la tarde llegó el grupo de Coto Brus. Recorrieron más de 260 kilómetros durante siete días.

Agustín Corrales, de 56 años, hizo el recorrido por primera vez. “Sabía que no era fácil, pero al llegar a la Basílica y saldar promesas que hace años le hice a la Virgen, me siento acogido y aliviado”, exclamó,

“Venimos 160, se retiraron tres”, prosiguió. Para él lo más doloroso fue cuando el médico que les acompañó le extirpó una uña. Las ampollas se le infeccionaron y un ligamento de la rodilla le causó muchos dolores, pero su fe le permitió llegar con el grupo.

Colaboró: Rafael Pacheco.

Romería familiar en dos fases

Ayer cerraron su abastecedor para ir a la romería Foto: Hugo Solano.
Ayer cerraron su abastecedor para ir a la romería Foto: Hugo Solano.

El domingo pasado Carlos Barquero, su esposa Ana Gutiérrez y sus dos hijos Jorel y Carlos iban por el Ochomogo en romería cuando los sorprendió la lluvia.

Decidieron entonces devolverse a su casa en Los Guido, Desamparados y programar para este miércoles la segunda parte. Caminaron tres horas desde Ochomogo a la Basílica en familia.

Desde que eran novios, hace diez años, realizan la romería. Esta vez fueron a agradecer por la salud de sus hijos, a quienes piensan inculcar el amor a La Negrita de los Ángeles.

Me devolvió a una vida digna

Danny Acuña, de 28 años y vecino de San Diego, La Unión, hizo la romería corriendo desde la Catedral de San José hasta Cartago.

“Estuve por años en un mundo de drogas y me costó salir. Con la ayuda de la Virgen ahora tengo un trabajo digno y saco adelante a mi hija y la familia, afirmó.

“Vi en el camino mucha gente concentrada en su objetivo de cumplir promesas. El día estuvo muy lindo y como no habían carros fue muy favorable. Lo más duro fue subir la cuesta del Ochomogo, agregó. “Yo vine a darle a gracias a Dios porque con la intercesión de la Virgen, pude dejar de hacerme daño y de preocupar a mi familia, añadió.

“La vida es muy linda para andar desperdiciándola. No es bueno estar metido en un charral o un cafetal”, concluyó.