Sucesos
Miércoles 8 de agosto de 2012, Costa Rica

Antenoche en Barrio Los Ángeles, San José

Niño fue asesinado a sangre fría

Nicolás Aguilar R.

naguilar@nacion.com

A sangre fría, como quien mata a un enemigo. Desde muy corta corta distancia y sin piedad.

Así asesinaron, a las 6 p.m. del lunes pasado a un escolar de nueve años (hijo único) en el patio de un condominio ubicado en el barrio Los Ángeles en San José.

El menor cursaba tercer grado de escuela, según comentaron ayer familiares.

De acuerdo con informes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el niño recibió un balazo en el tórax. La bala le perforó un brazo, con el que se habría intentado proteger, trascendió.

“Era un niño alegre como todos pero muy tranquilo. Nunca nos daba problemas”, exclamó ayer, abrumada por el dolor, su abuela, Betty Henríquez.

El menor fue ultimado por un colombiano de apellido Álvarez, de 23 años, quien, según informes policiales y versión de lugareños, “enloquece” cuando toma licor.

Por razones aún desconocidas, el foráneo salió de su apartamento armado con un revólver calibre 38 y tras gritar que “todos eran enemigos”, realizó varios disparos alocadamente.

“Nosotros salimos corriendo pero mi amiguito caminó hacia ese hombre para saludarlo. Yo vi cuando lo apuntó desde cerquita y le disparó. Mi amigo cayó y trató de levantarse pero no pudo. Se le fue el aire poquito a poquito hasta que murió”, relató ayer a este diario un niño que vio lo sucedido.

Su versión fue corroborada por varios vecinos, entre ellos su abuela, quien recordó haber visto al agresor “con la cara horrible y sus ojos desorbitados”.

Mientras el escolar agonizaba, el sudamericano siguió fuera de control, incluso disparó varias ocasiones más hasta quedarse sin balas. Un proyectil destrozó la ventana de uno de los apartamentos, sin que sus moradores resultaran heridos.

El pistolero también apuntó contra dos vecinos, solo identificados como Rodrigo y Marcelo, apretando el gatillo. En ese momento corrió hacia su apartamento para “buscar más balas” y seguir matando, aseguraron ayer los asustados vecinos.

En el OIJ confirmaron que Álvarez cuenta con reseña policial por hurto, robos y tenencia de arma en forma ilegal.

Según Francisco Segura, subdirector del OIJ, “cuando tomaba licor salía para agredir de palabra y con su arma a todos”.