Considerado uno de los actores más famosos del siglo XX, Bruce Lee fue una sensación tanto en vida como después de su muerte.
Lee no nació en el continente asiático como muchos supondrían, si no en San Francisco, California, en el año y a la hora del dragón, un 27 de noviembre y su nombre no se lo pusieron sus padres, sino enfermera.
Sin embargo, según cita la página brucelee.com sus padres solían llamarlo “Pequeño Fénix” que en chino es un nombre de chica debido a que su familia era muy supersticiosa y creían que los espíritus malignos tenían algo en contra de los varones de la familia.
Aunque él mismo decía que su primera aparición frente a las cámaras fue a los dos meses, su primer papel oficial en una película lo obtuvo a los seis años en el filme “Lágrimas de San Francisco”.
Durante su niñez estuvo en pandillas, llevaba armas y cadenas según cuenta su biografía en el portal Wikipedia, fue esto lo que lo llevó a aprender artes marciales para defenderse en caso de no tener el apoyo de su pandilla.
A los 18 años dejó Hong Kong para volver a Estados Unidos, donde trabajó lavando platos y continuó perfeccionando sus artes marciales.
Al poco tiempo se había convertido en una estrella de Hollywood, donde participó en una veintena de películas.
Bruce Lee murió a los 32 años en 1973 y la causa de su muerte aún es un misterio para muchos.
Según un documental de Discovery Channel, Lee se quejó de un dolor de cabeza y a las pocas horas murió de un derrame cerebral.
Algunas teorías decían que había sido envenenado por las Tríadas, mientras que otros creían que fue asesinado por una conspiración secreta de maestros de artes marciales por revelar demasiados secretos sobre esta disciplina.
Otros rumores dicen que habría muerto a causa de una antigua maldición sobre la familia de Lee que golpeó de nuevo en 1993 cuando su hijo Brandon Lee murió en un accidente en el set de filmación.
Sin embargo, la explicación oficial indicó que tuvo una reacción adversa a la medicina que tomó para el dolor de cabeza, lo que le causó el edema cerebral que lo mató.
