Martes 31 de enero de 2012, Costa Rica

Kike de Heredia, cantante

“Tengo fe de llevármelo a casa”

Allan Andino

aandino@aldia.co.cr

Paciencia, fortaleza y mucha pero mucha fe en Dios, es la armadura que se ha colocado el cantante cristiano Kike de Heredia los últimos días.

Su hijo Carlos Enrique Rodríguez de 9 años, se recupera de una operación efectuada hace una semana al detectársele un tumor cerebral.

El pasado 6 de enero fue internado en el Hospital Nacional de Niños y hace unos días lo pasaron con éxito de la sala de cuidados intensivos al área de endocrinología.

“Él está muy bien, va evolucionando, ya le quitaron los tubos y respira solito. Para nosotros cada día que abre los ojos y se despierta es como un milagro. Ahorita está en rehabilitación, y es el proceso donde mucha gente pierde la fe. Es muy duro, demasiado duro, pero estamos agarrados de Dios”, señaló.

En endocrinología ya tienen la ventaja que pueden pasar la noche con él, aunque solo se permite a una persona en el cuarto.

Su esposa Grace Chavarría es la que emocionalmente se vio más afectada, pero la fe la mantiene intacta. El artista agregó que ha conversado con su hijo y que incluso cantan un poco.

“Antes de esto iba conmigo a las presentaciones, él toca trompeta. Le canté en voz baja pedacitos de canciones y él las recuerda, eso es positivo y el amor es la mejor medicina para recuperar la sonrisa”, dijo el artista, quien es padre de siete hijos, Carlos Enrique es el menor.

“Lo que sí le duele mucho es cuando le sacan sangre, porque a cada rato tienen que hacerle análisis, a veces es hasta cinco veces al día, para él estar en el hospital es difícil. Yo tengo toda la fe en Dios que pronto me lo pueda llevar para la casa”, contó.

A pesar de la espera y de que dejó su casa en Aguas Zarcas para mudarse a Heredia y así estar cerca del pequeño, el cantante está muy complacido de la reacción de su hijo e inclusive los mismos doctores se asombran de la rápida evolución.

“Yo no ocupo plata, sólo pido oraciones. Aquí tengo mi disco y lo regalo a la gente que quiera escuchar un mensaje de Dios, es una forma de agradecer. Ya repartí 200 en la calle, a las enfermeras, taxistas, hasta en la soda”.