Psicopedagoga
Mi novio y yo sólo peleamos, pues yo no siento que me quiera de verdad. Le dije que necesito un tiempo para mí, para encontrarme con Dios y hacer unas cosas. Lo tomamos como terminar el noviazgo, pero acordamos seguir hablando de vez en cuando y vernos un par de veces a la semana. ¿Es esto sano?
No es sano desde ningún punto de vista, ni siquiera bajo el objetivo de querer restaurar su relación de pareja. ¿Por qué? Porque ambos han estado en desacuerdo con cuestiones fundamentales y más profundas que no han podido resolver como pareja, por algo usted decidió en alejarse. Pero si continúan dándose estímulos eróticos o afectivos, las emociones e ideas sobre la relación pueden “tener ruido” y confundirlos. De manera que se sumergen en una inestabilidad completa, que los vuelve inseguros, heridos y resentidos. Mejor aléjense por completo, busque cada uno por su lado, ayuda espiritual y psicológica, no se dejen influenciar por personas externas, sino que analicen cada uno internamente qué es lo que quieren y qué no, para su vida. Luego comparen si esto es compatible con la personalidad, pensamientos y deseos del otro, para poder tomar una decisión.
