Internacionales
Domingo 22 de julio de 2012, Costa Rica

James Holmes disparó indiscriminadamente en un cine de Denver, EE. UU.

De joven “brillante” a asesino

Aurora, Denver, EE. UU./ AP y EFE.- James Holmes Eagen, de 24 años y oriundo de San Diego, es recordado como un joven acicalado y estudioso, de pocas palabras.

De 1,90 metros de estatura y cabello oscuro, en el 2004 posó para una fotografía del anuario del colegio, vistiendo el uniforme del equipo de fútbol. Hijo de una enfermera, Arlene, y el gerente de una compañía de software, Robert, fue un brillante estudiante de ciencias en la universidad.

El mayor misterio en torno a este alumno de doctorado, es por qué le disparó a decenas de personas la madrugada del viernes en un cine de los suburbios de Denver, matando a 12 e hiriendo a 58.

Tampoco se pudo encontrar rastro de él en Facebook, LinkedIn, MySpace, Twitter o en ningún lugar en Internet.

Un vecino de hace mucho tiempo en San Diego, lo recuerda como tímido, solitario, de una familia que asistía a la iglesia. Además de jugar fútbol en la secundaria Westview, corría a campo traviesa.

“No lo conocíamos porque no platicaba y siempre estaba encerrado”, agregó Gabriel Macías, quien vive en el apartamento de al lado de Holmes, en un barrio de mayoría hispana y negra.

Se supo que tuvo problemas para hallar trabajo tras graduarse con honores en el 2010 con un grado en neurociencia de la Universidad de California, en Riverside, dijo su vecino, Tom Mai.

Incluso, en 2011 se matriculó en un programa de doctorado en la Universidad de Colorado, pero lo dejó en junio pasado, informó dicha casa de estudios.

A la distancia, parecía un joven con un potencial ilimitado, pero de alguna manera llegó al punto de teñirse el pelo de rojo y hacerse llamar El Guasón, como el villano de las películas de Batman. Al cine llegó vestido de negro con una máscara de gas, casco antibalas, chaleco, protector de piernas, garganta e ingle y guantes. Llevaba un rifle de asalto, una escopeta y una pistola Glock.

Su casa, una trampa mortal

El apartamento de Holmes “estaba diseñado para matar a aquel que entrara”, indicó ayer el jefe de la Policía de Aurora, Dan Oates.

Había extendido una sofisticada trama de trampas explosivas en su apartamento, y “lo más probable es que las víctimas fueran personeros de la Policía, que eran los que hubiesen entrado.

El jefe de la división de Denver del FBI, Jim Yacone, comentó que, incluso, hallaron un cable conectado desde la puerta con varios explosivos.

El sistema de cables y detonadores del apartamento llevó a un centenar de agentes, más de 24 horas de cautelosa desactivación, una pequeña detonación y hasta el uso de un robot.

Holmes ordenó por Internet una gran cantidad de material en los últimos cuatro meses, incluida munición.

Vidas truncadas

Matt McQuinn murió salvando a su novia. Internet.
Matt McQuinn murió salvando a su novia. Internet.

EFE.- Un joven de 27 años que celebraba su cumpleaños, otro era soldado, una aspirante a periodista y también una menor de seis años, están entre las 12 víctimas.

La pequeña era Verónica Moser, que veía la cinta con su madre, Ashley, de 25 años, que tiene heridas de bala en cuello y abdomen y permanece paralizada y grave.

Al empezar los disparos, Matt McQuinn, de 27, se abalanzó sobre su novia, que sobrevivió, y al protegerla falleció, al igual que Alex Sullivan que celebraba su 27 cumpleaños aquella noche.

Otra de las víctimas fue Micayla Medek, de 23, así como Jessica Ghawi, de 24, periodista y blogera que ahce un mes, en una visita a Canadá, escapó de un tiroteo en un centro comercial.

También murieron: John Larimer, técnico de la Fuerza Naval, de 27 años, Alexander J. Boik (18), Jesse Childress (29), Jonathan Blunk (26), Rebecca Wingo (32), Gordon Cowden (51) y Alexander Teves (24).