Al igual que sucede con los seres humanos, su mascota podría ser víctima de un cáncer de tiroides sin que usted lo perciba.
Se trata de un crecimiento anormal de las células formando un tumor dentro de la tiroides.
Según la veterinaria Gina Bonilla, en caninos las probabilidades de que sea un tumor maligno es bajo, pero de no ser tratada a tiempo el deterioro físico es notable muy rápido.
¿Cómo se diagnostica? Al tratarse de un mal que no presenta síntomas, el daño solo se puede detectar durante un examen físico o un ultrasonido. De ahí la necesidad, de que los dueños lleven a sus mascotas a la revisión periódica para detectar a tiempo alguna lesión, destacó Bolaños.
Para estar seguro del díagnóstico habrá que hacer pruebas de sangre y estudios más especializados, pues en el caso de los perros no hay abultamiento en el cuello que de indicios de la enfermedad. No así en el caso de los gatos, con los que es más sencillo su diagnostico porque suelen tener un abultamiento, comentó Bolaños.
Tanto Bolaños como el veterinario Luis Martínez coinciden que la incidencia de este mal es bajo. Sin embargo, hay que poner atención porque podría ser disfrazado por otras dolencias, en especial el hipotiroidismo, insuficiencia de hormonas tiroideas, común entre gatos y perros.
“Se sabe que entre las causas del hipotiroidismo está el cáncer. De ahí la importancia de no ignorar las señales propias de dicha dolencia”, comentó Bolaños.
¿Qué aspectos podrían hacer dudar al dueño del hipotiroidismo? En primer, lugar no se debe pasar por el alto la poca actividad física que tenga su perro o gato, en particular cuando era todo lo contrario. Además, del sobrepeso cuando suele tener poco apetito y tienen el colesterol alto.
Otro hecho que lo podría poner en alerta son las lesiones en la piel de su animal, pues es evidente que son un reflejo cuando hay desordenes hormonales en el metabolismo. Por ejemplo, se muestran en los perros o gatos áreas del cuerpo sin pelo y en el mismo lugar a ambos lados, destacó Martínez, quien aseguró que suele notarse la caída al final de la cola.
Sobre la mesa
Se puede tratar vía quirúrgica, extirpando el tumor y tejido circundante como medida de seguridad.
No se recomienda la cirugía cuando hay metástasis o el tumor es muy grande.
En ese caso, se puede aplicar quimioterapia o radioterapia para disminuir el tamaño.
Fuente: Sitio www.mascotasrevista.com