La Habana/AFP.- El papa Benedicto XVI se reunió ayer con el líder cubano Fidel Castro y ofició una misa ante cientos de miles de personas en la Plaza de la Revolución de La Habana, en la que instó a las autoridades comunistas a “seguir adelante” con la libertad religiosa.
El encuentro entre el líder máximo cubano y el pontífice tuvo lugar –por pedido de éste, según destacó el Vaticano – poco después del mediodía en la Nunciatura Apostólica, en el barrio diplomático de Miramar, oeste de La Habana, y duró media hora, dijo el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
“Fidel hizo preguntas al papa para saber su pensamiento sobre diversos temas”, fue un “diálogo intenso, cordial y sereno” con la ayuda de intérpretes, dijo Lombardi.
Esta fue la primera entrevista entre el líder comunista, de 85 años, y el papa alemán, de 84, que combatió a la teología de la liberación, una corriente de la Iglesia latinoamericana que profesa la “opción preferencial por los pobers” y muchos de sus seguidores, sacerdotes y laicos, se integraran a los grupos guerrilleros apoyados por La Habana, en las décadas del 70 y del 80.
Fidel Castro se reunió dos veces con Juan Pablo II, en 1996 en el Vaticano, y luego en su histórica visita a Cuba, en 1998.
Horas antes del encuentro con Fidel, Benedicto XVI ofició una misa ante 500 mil personas en la Plaza de la Revolución, en la que llamó a “seguir adelante” con la libertad religiosa en Cuba. En Cuba se han dado pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión de “expresar pública y abiertamente su fe”, dijo en su homilía.