El enojo y la indignación de la mandataria Laura Chinchilla por presuntas dádivas de empresas a funcionarios de la Comisión Nacional de Vialidad (Conavi) la llevaron a pedirle la renuncia al jerarca de Obras Públicas y Transportes, Francisco Jiménez.
El ahora exministro del MOPT recibió el jueves por la noche una denuncia anónima sobre anomalías de un técnico y un ingeniero que laboran en la construcción de la trocha fronteriza.
“Por supuesto que me siento indignada, si ha sido una de las obras más importantes del país”, resaltó la presidenta.
Pese a que Jiménez hizo las indagaciones respectivas durante la mañana, antes de mediodía salió por última vez del despacho de la presidenta.
Según Chinchilla, Jiménez reconoció que lo correcto era su separación del cargo para evitar cuestionamientos a la obra.
El exministro se trasladó a la Fiscalía para interponer una denuncia, cerca de la 1 p.m., mientras Chinchilla hacía el anuncio oficial a la prensa.
“Esto se puede tomar como traición a la Patria”, manifestó la mandataria.
En conferencia de prensa, Jiménez aceptó tener responsabilidad política sobre el caso, ya que los funcionarios fueron contratados específicamente para el proyecto de la ruta norteña.
El exjerarca reconoció que ayer ni siquiera conversó con los empleados cuestionados, ya que las pruebas eran contundentes.
Añadió que las empresas que habrían dado las dádivas prestan servicios de maquinaria y que ya ninguna trabaja para el Estado.
10 renuncias
Convulsa administración
Jiménez se convirtió en el décimo ministro en dejar el Gabinete y el primero al que la presidenta reconoce que le exigió la renuncia.
Solo la mitad del gobierno
Dos años es el número mágico, pues en dos décadas eso han durado, en promedio, la mayoría de ministros de Transportes en el cargo. Jiménez cumpliría ese período el próximo martes.
