Durante las próximas seis semanas, la empresa Alquileres y Demoliciones OL S.A. será la responsable de separar, demoler y acarrear los materiales que aún se encuentran en el Complejo Turístico Punta Uva.
Estas obras corresponden a la segunda etapa, después del desalojo y deshabilitación de los hoteles Suerre y Palmas en Punta Uva, realizado en agosto del 2011-
Difícil de reparar
El terreno, de 40.681 metros cuadrados, está ubicado dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo, en Limón, y sufrió diversos daños ecológicos desde 1993 con la construcción de las obras hoteleras.
“La rehabilitación de esta zona será un proceso que llevará años. Hay una importante deforestación y desvío en los cauces de ríos y quebradas”, dijo Jairo Sancho, funcionario del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y coordinador organizacional de esta fase del proyecto.
La demolición y traslado de las piezas de hierro, madera y metal tiene un costo de ¢150 millones que provienen del Fondo de Parques Nacionales. Todo el material será trasladado al Parque de Tecnología Ambiental de Limón.
El proyecto cuenta con la viabilidad de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) y forma parte de lo dispuesto en una sentencia emitida por el Tribunal Contencioso Administrativo en el 2009.
Una vez concluida esta fase, analizarán la situación ambiental de los hábitat para definir la restauración del ecosistema.
