Sucesos
Domingo 20 de mayo de 2012, Costa Rica

Temible banda venezolana disparó ráfagas contra carro de Al Día

Casualidad le jugó la más aterradora experiencia a chofer de prensa durante atraco

Gloriana Corrales

gloriana.corrales@nacion.com

La mañana del viernes 15 de abril de 1994 inició como cualquier otra. Johnny Brenes, entonces chofer del periódico Al Día , salió junto a los fotógrafos Francisco Rodríguez y Rónald Chacón a realizar un recorrido de rutina.

A toda velocidad, ese día retaría a la muerte y a la más escurridiza banda de asaltantes bancarios que ha visto el país.

Tras 18 años de ese incidente, el recuerdo aún le eriza la piel. Intenta cerrar el más difícil capítulo de su vida. “Yo nunca he hablado del tema... ni a mi familia”.

¿Cómo sobrevivió a las decenas de balas que los malhechores dispararon contra el vehículo?

Un embotellamiento vial en Paseo Colón, San José, presagiaba que regresarían al periódico con una buena fotografía. Ese era el propósito inicial del recorrido.

Los ocupantes del carro imaginaron que toparían con un accidente de tránsito. Brenes tomó la decisión de avanzar por el carril izquierdo.

Un autobús de Alajuela, atravesado en plena calle y con los pasajeros mirando por las ventanas, alertó sobre un grave suceso.

Desde el carro, el equipo periodístico se percató que un grupo de delincuentes perpetraba un asalto al ya desaparecido Banco Anglo Costarricense.

A la caza de una noticia

Francisco Rodríguez, hoy fotógrafo de La Nación , se bajó deprisa para ver qué podía captar dentro del inmueble

Los criminales encapuchados escaparon por uno de los costados de la entidad. Allí los esperaba un un Suzuki Sidekick verde, robado de una agencia de alquiler de carros en San Antonio de Belén.

Brenes puso en marcha el vehículo y emprendió la persecución. Lo hizo por instinto.

Sin saberlo, iba tras la banda que traía de cabeza al OIJ: tres asaltos bancarios, dos a camiones remeseros, un homicidio calificado, 10 sustracciones de vehículos a agencias y particulares...

Los asaltantes se dirigieron al norte, en dirección al barrio Pitahaya. La banda, integrada por fugitivos de la justicia venezolana, planeaba cambiar de carro detrás de la iglesia de La Uruca.

Pasaron cuatro minutos antes de percatarse de que el vehículo de Al Día lo estaba siguiendo a todo gas.

“¡Johnny, pare! ¡Pare!”, gritó el fotógrafo Chacón al ver que los asaltantes detuvieron el carro a mitad de la calle, en barrio Claret, en San José.

Se abrieron las cuatro puertas y los criminales abrieron el fuego contra el equipo de Al Día.

Uno de ellos disparó con un fusil automático AK-47. Las balas impactaron el vehículo.

Brenes acostó el asiento, hundió el acelerador con la mano y condujo alrededor de 25 metros en reversa, sin ver hacia atrás. Intentaba escudarse tras el volante.

Chacón, quien tenía entrenamiento policial, se refugió en el asiento trasero; no logró captar ni una sola fotografía.

“Ellos lo que querían era sacar de circulación el carro; es decir, matar al chofer”, dijo Brenes, quien tragó grueso en medio del relato.

Un golpe los alertó de que habían caído en una cuneta. Según recuerda el conductor, luego de eso hubo un breve momento de paz y las balas cesaron.

La banda caminó hacia el vehículo de Al Día , dispuesta a rematarlos en el sitio.

Con el corazón “en la mano”, el sobreviviente y su compañero se bajaron y corrieron a toda prisa sin voltear la mirada.

Los venezolanos les perdonaron la vida. Abordaron de nuevo el carro robado y huyeron chillando las llantas.

Los vecinos de barrio Claret salieron de sus casas para auxiliar al equipo periodístico.

Pese al dolor que sentía, Brenes no se percató que durante el enfrentamiento una bala había atravesado la mano con la que intentó gobernar el volante. También le sangraba el cuello.

Una de las balas rozó la espalda de Chacón. Por cuestión de dos pulgadas se salvó de una herida mortal. Aún consternado por el incidente, Brenes fue a inspeccionar el carro. Estaba completamente agujerado por las balas. “Si no me inclino sobre el asiento, estaría muerto”, razonó.

En el hospital San Juan de Dios le detectaron una serie de esquirlas explosivas en su cuerpo.

Hoy , una cicatriz en su mano es testigo de lo ocurrido. Nunca lo llamaron a declarar.

Largo historial delictivo en suelo tico

01/11/1993

La banda robó un carro particular y asaltó la agencia del Banco Anglo en Escazú.

13/12/1993

Robaron dos carros de alquiler e interceptaron un remesero del BCR de Barreal de Heredia.

25/01/1994

Los venezolanos sustrajeron un carro de una agencia y $1.800 en efectivo.

28/01/1994

Robaron un taxi y se llevaron $37.000 del Banco Anglo en San Rafael de Escazú.

10/03/1994

Hurtaron un auto en Cartago. Asaltaron el BCR de Escazú y matan a dos vigilantes.

13/04/1994

Se llevaron un carro en Manolos y $13.000 del remesero del BCR de Plaza Mayor.

14/04/1994

Los venezolanos bajaron a un taxista en Cot de Oreamuno, Cartago.

15/04/1994

Sustrajeron dos carros en San Antonio de Belén. Asaltaron el Banco Anglo en Paseo Colón.

27/05/1994

Interceptaron en Naranjo al remesero del BCR de Palmares y mataron al chofer.

Logran huir de los disparos de la banda

El equipo de Al Día pasa frente al Banco Anglo, Paseo Colón, en el momento del asalto. La banda huye por el costado con un botín de $75.000 y $368.000 en títulos valores.

Johnny Brenes y el fotógrafo Rónald Chacón persiguen a los delincuentes durante cuatro minutos. La banda toma rumbo a barrio Pitahaya en un Sidekick robado.

Los venezolanos notan que el carro de Al Día los sigue a toda prisa. En barrio Claret, se bajan cuatro pasajeros y balean el vehículo del periódico. Las balas hieren a los dos ocupantes.

Brenes y Chacón huyen cuando los delincuentes caminan hacia el carro. Los hampones deciden nos seguirlos. Se montan en el carro y retoman a gran velocidad el escape.