Todos los cuerpos son diferentes y así los puntos de mayor excitación, pero el secreto está en conocer el territorio y seguir el mapa que le da su pareja para alcanzar el placer.
El primer consejo es dejar la timidez de lado, pararse frente al espejo y disfrutar su cuerpo desnudo, destacó Margarita Murillo especialista en investigación y terapia en sexualidad.
“No importa si se cree muy gorda o muy flaca aprenda a mirarse con sensualidad y reforzar la seguridad en usted mismo”, dijo Murillo.
Agregó que el buen sexo se juega, se piensa y se desea para luego ponerlo en práctica.
Para ser un amante inolvidable es esencial que conozca los secretos de la excitación. Y con entender que siente su pareja y por qué sabrá cuál es el mejor momento y el modo de estimular de pies a cabeza, enfatizó la psicóloga Patricia Odio.
Añadió que el placer no solo se alcanza en los genitales e incluso son la última zona a estimular en el juego del sexo.
Zonas calientes
Tome en cuenta que el cuerpo humano está plagado de puntos que producen sensaciones placenteras. Sin embargo, la mayoría de las veces empieza con una mirada, palabras sugestivas y las caricias en puntos básicos.
¿Dónde acariciar? Según Murillo todo el cuerpo es un campo minado, en especial la cabeza, el cuello, las orejas, la nariz, la boca, los pezones, la espalda, la interna de los muslos. Y hasta después le toca el turno a la estimulación suave en la zona del clítoris y el glande del pene que desarrolla el placer en todo el cuerpo.
Es necesario para prolongar el juego sexual que el hombre aprenda a controlar la eyaculación presionando suavemente la próstata (se siente como una semilla de almendra) que se localiza justo debajo de los testículos, aconsejó Murillo.
Otra zona a explorar son las nalgas, pues esta repleto de nervios que aumentan la sensibilidad hasta llegar al clímax.
“Despacio pueden dibujar círculos grandes en el trasero con la punta del dedo y si lo disfruta haga movimientos más estrechos y cercanos al ano donde hay todavía más concentración de terminaciones nerviosas”, dijo Murillo. Eso sí, no olvide que en este juego todo es válido siempre y cuando la pareja este en sintonía.
Póngase a jugar
Suavecito. El masaje del cuero cabelludo haciendo movimientos suaves y circulares con los pulgares produce relajación al comienzo y al final del acto sexual.
Seductor. El pecho del hombre responde sexualmente pero con menos intensidad que el de la mujer. Pueden ser acariciados con besos y lamidos.
Masajito. Una estimulación manual suave en la zona axilar y la cara interna del antebrazo resulta muy placentera sin producir cosquillas.