Hacer una serie de reportajes para canal 13, en los cuales quería destacar personajes de origen humilde fue quizás el último proyecto que abrazó el historiador Osvaldo Valerín antes de ser sorprendido por la muerte ayer en la madrugada en el hospital Calderón Guardia.
Su cuerpo permaneció ayer en la tarde en la funeraria Polini donde se hicieron las honras fúnebres y pasadas las 4 p.m. se trasladó al Cementerio de Obreros sobre avenida 10.
“Estamos muy dolidos y toda la familia muy afectada. Su corazón estaba muy débil”, destacó Samady Fonseca, madre de los dos hijos del historiador.
Su amigo y casi hermano, Dionisio Cabal, del grupo Cantares, habló con él hace 10 días: “Tenía entre sus manos destacar a la gente que a base de esfuerzo había destacado en la sociedad y quería que yo lo ayudara”, relató.
Y es que precisamente, Valerín habría sido un candidato perfecto para un capítulo de esa serie, pues venía de una familia humilde.
“Yo lo conocí en 1980 cuando trabajaba en Espectacolor, literalmente ‘jalando chunches’. Rodolfo Solano era el dueño y se encargó después de hacerle el sonido a canal 13. Fue ahí donde Valerín tuvo contacto con la televisión, donde se sintió como pez en el agua. El Sinart fue su universidad”, no olvida Cabal. Fue cuestión de poco tiempo para que Valerín estuviera haciendo las cápsulas “Costa Rica y su Historia” y que destacara por la forma amena y dramática en que presentaba el pasado de nuestro país, convirtiéndose él y su voz victoriana en el perfil de esos personajes y momentos tan importantes.
También trabajó en el canal 4, en el 6 y en Teletica, donde vendía la sección “Herencias”.
“En lo que a mí respecta, era una persona muy servicial, agradable y enamorado de la historia. Tenaz a la hora de buscar imágenes y vídeos para ilustrar los paisajes de nuestra historia. Iba hasta donde fuese necesario para obtenerlas y compartirlas con el gran público”, lo describió la codirectora de Telenoticias Pilar Cisneros.
Similar comentario tiene el codirector del noticiario Ignacio Santos que lo vio como su amigo.
“Lo conozco desde canal 4, hace ya un cuarto de siglo. Nunca olvidaré las largas tertulias con Osvaldo, en mi casa y en mi oficina”, destacó y añadió que en su escritorio de trabajo en su casa, tiene una foto que le regaló hace unos meses de la celebración del centenario de la independencia patria en 1921. “Siempre que lo vea me acordaré del amigo que se adelanto” dijo el periodista.
Últimos momentos
La madrugada de ayer será recordada como el día en que el historiador cerró la última página de su propia historia.
Su fuerte voz todavía retumba en los oídos de los ticos que lo lloran y recuerdan las incontables veces que trasladó el pasado al presente con su sección “Herencias” que este año cumplió siete años al aire en Canal 7.
Incluso en las redes sociales circularon tributos en su honor a pocas horas de su muerte.
Dejó atrás las innumerables historias a las 4 a.m. del martes en la Unidad de Cuidados Intensivos del Calderón Guardia, según informó el director del centro, Luis Paulino Hernández.
Añadió que Valerín ingresó el jueves pasado referido del Hospital Jerusalén por una infección en la vesícula conocida como colecistitis aguda. Además de sufrir una insuficiencia renal y un edema pulmonar.
“Su cuadro se complicó porque al pasar a cirugía el viernes se descubrió que tenía la vesícula perforada lo que es poco frecuente provocando sepsis (infección generalizada)”, dijo el galeno.Valerín pasó el fin de semana en la Unidad de Cuidados Intensivos y el martes sufrió un paro cardiorespiratorio que le provocó muerte súbita pese a los intentos de resucitación del personal médico.
“Al parecer, tenía dolor desde hace una semana y su muerte no se relaciona con la cirugía a corazón abierto que se le practicó en enero del 2011” destacó Hernández. Lo cierto del caso es que Valerín dejó la historia como herencia y perdurará en el tiempo.
Hombre justo y amigo de todos
Tras su imagen de hombre sereno y juicioso, Osvaldo Valerín era considerado entre sus compañeros y amigos como una persona llevadera y de trato fácil.
“Era amigable y nunca lo vi enojado o con una actitud egoísta. Siempre tuvo un trato muy amable y creo que lo más valioso de él, fue ser un pionero de la difusión de la historia del país”, comentó el periodista Marcelo Castro de canal 7.
Asimismo, los periodistas Osvaldo Alvarado y Manuel Delgado, consideraron que Valerín se destacó por ser una persona abnegada en su trabajo, un investigador a profundidad y con quien se podía conversar. Además, era un hombre cálido y bondadoso.
“Trabajar con él siempre fue un gusto, como era para él un inmenso gusto hacer lo indecible, utilizando hasta sus propios recursos, no conociendo horarios ni obstáculos, para buscar, preservar y presentar a los televidentes imágenes y voces de la historia costarricense”, dijo el codirector de Telenoticias, Ignacio Santos.
Huellas
Era tartamudo, estudió psicología y nunca estudió actuación, ni locución.
Tenía 52 años y dos hijos Christopher Alonso de 16 años y María de 15 años.
En 1995, crea la Fundación Cívica Costa Rica y su Historia donde investigaba y daba cursos de historia.
Ganó en el 2002 el premio Joaquín García Monge.