El pupitre que usaba Angelo Villalobos fue el más observado por sus compañeros de sección ayer, cuando trascendió que había fallecido.
Aquel niño con quien compartían desde kínder ya no los va a acompañar. Eso generó un nerviosismo que con el paso de los minutos se convirtió en llanto para sus 26 compañeros
Maritza Villegas, profesora de Religión y quien tuvo a cargo ayer al grupo, comentó que al inicio estaban muy intranquilos, ya que la mayoría de ellos observó el accidente camino a la escuela.
“Hicimos una oración y después vimos los valores, pero después ellos se levantaron y pegaron en la pizarra mensajes de apoyo para el compañero”, aseguró.
Entre los mensajes había uno que decía: “Angelo te extrañaré. Espero que cuando a mí me toque irme, estés ahí”, decía un mensaje. La asistente de la dirección, Adriana Sánchez, dijo que el lunes recibirán apoyo psicológico.