Internacionales
Domingo 28 de octubre de 2012, Costa Rica

En el desierto de Atacama, en Chile

Telescopio busca el origen del universo

Chile/AP. - El radiotelescopio más grande del planeta se está volviendo más poderoso día a día en esta remota altiplanicie en el desierto de Atacama, en Chile, donde los visitantes muchas veces sienten como si plantaran sus huellas por primera vez en la corteza roja de Marte.

A 5.000 metros de altura, el escaso aire y clima mercuriano de este lugar pueden ser insoportables. Los visitantes deben respirar con un tanque de oxígeno para no desmayarse. Los vientos alcanzan 100 kilómetros por hora y las temperaturas bajan hasta menos 25 grados Celsius. Pero para los astrónomos es un paraíso.

La falta de humedad, baja interferencia de otras señales de radio y su cercanía con la atmósfera superior lo vuelven el lugar perfecto para el ALMA, las siglas en inglés del gran telescopio milimétrico/submilimétrico de Atacama que se completará en marzo.

Hasta ahora, 43 de 66 antenas de radio han sido instaladas y apuntan hacia el cielo como hongos blancos de 100 toneladas. Conectados como un telescopio gigante, captan longitudes de ondas de luz más grandes que cualquier cosa visible al ojo humano y combinan las señales en un proceso llamado interferometría. Estas antenas le dan a ALMA un diámetro de 16 kilómetros. El resultado es una resolución y sensibilidad sin precedentes, completamente ensamblados, su visión será hasta 10 veces más nítida que el telescopio Hubble de la NASA.

“Sorprende lo que se está observando. No hemos tenido un observatorio así de capaz. Nunca hemos podido ver con tal resolución, tal precisión”, dijo David Rabanus, administrador de grupos de instrumento de ALMA.