Quien piense que los integrantes de Il Divo son elegantes, exitosos, con mucho talento, enamorados y conquistadores de mujeres, está en lo cierto.
Urs Bühler, Carlos Marín, Sébastien Izambard y David Miller se presentarán en el país el 14 de octubre en el salón de eventos de El Pedregal, en Belén.
Marín habló ayer con Al Día, desde Croacia, pues están allá como parte de su gira por Europa del este. Confesó lo duro que ha sido el camino para que ellos, todos solistas, pudieran acoplarse.
También contó anécdotas de giras pasadas y que se acaba de divorciar, porque lo que está buscando es su “media naranja”, la cual podría ser tica.
Muy de cerca
¿Qué tal regresar al país?
La verdad será un placer, yo recuerdo que la última vez fue una “pasada” porque llovía un poquito y aun así estaba todo el público esperando en ese campo de fútbol. Fue una experiencia única, el público costarricense es súper caluroso y muy apasionado.
¿Qué otros recuerdos tiene de esa ocasión?
Recuerdo que al llegar tuvimos una entrevista con el presidente y luego, después del “show” salí un poquito por ahí y me encontré a unas mujeres guapísimas. Y siendo yo el único soltero del grupo, imagínate. Yo estuve casado, ahora estoy divorciado, a la espera de encontrarme una “media naranja” y ojalá pueda ser de Costa Rica.
¿Qué podemos esperar de este concierto?
Será una mezcla de canciones del último álbum con las de los otros discos. Siempre es bonito traer algo nuevo y por supuesto cantaremos temas de siempre. El “show” será con una orquesta de unos 25 ó 30 músicos. Es más cercano, pues intentamos mostrar la personalidad de cada uno. Hablamos con el público y este saldrá encantado.
Ya lleva 9 años con Il Divo. ¿Cómo describe esta experiencia?
Ha sido única, la he visto pasar como una película. Recuerdo que cuando hice mi audición dije que no quería formar parte del proyecto, porque yo venía de cantar como solista en la ópera, en musicales. No estaba convencido de formar parte de un grupo y dividir las canciones con otros. Ahora, más bien estoy satisfecho de haber sabido compartir con otros colegas que tienen voces excepcionales.
¿Qué más le atrae?
Aparte de los 26 millones de discos que hemos vendido, son las experiencias acumuladas, como el haber cantado con Barbra Streisand. Yo siempre he sido fan de ella y salió la oportunidad de hacer una gira por los Estados Unidos.
¿Qué otra experiencia lo marcó?
Hay muchas, pero hay una en especial: Estábamos tocando en el Madison Square Garden, que aparte de tener como público a Tom Hanks, Al Pacino, Robert De Niro y otras estrellas, de repente en el intermedio llamaron a la puerta del camerino y era Hilary Clinton. Nos dijo que era una súper fan de nosotros y que quería tomarse una fotografía con Il Divo. En esto llegó Bill Clinton y nos propuso hacer una gira con nosotros, él tocando el saxofón. Además hemos cantado con Celine Dion, Toni Braxton y Tom Jones. Pero quien más me ha impactado fue Julio Iglesias.
¿Por qué?
Por lo sencillo que es. Le cuento. Estábamos en Francia invitados en un programa de televisión y también estaba él. Hablamos y hablamos y me dijo: “Una cosa por la que os envidio, ya no es como cantéis, es con cuántas mujeres podéis estar”. Fue súper gracioso.
Con pleitos
Ya que salió el tema. ¿Superó el récord de Julio, de haber estado con más de dos mil mujeres?
Eeeh. Pues, no sé si lo he superado o no. No las llevo contadas (risas). Todavía me queda tiempo, como aun no tengo la intención de casarme. Algún día lo haré pero todavía no la he encontrado, así que estoy abierto a todos las opciones.
Acostumbrado a cantar solo. ¿Le costó acoplarse?
La verdad es que sí. Fue una cosa difícil. Sinceramente cuando hice el “casting” dije que no estaría dispuesto a formar un grupo. Me preguntaron ¿Por qué había ido? Les respondí que mi representante me había obligado. Cuando me fui me llamó el mismo productor Simon Cowell, a quien no conocía, porque en España todavía no era famoso. Recuerdo su voz grave invitándome a Londres. Viajé, me puso la música y aun así le dije que no. Fue mi “exmujer”, mi familia y mis amigos que me dijeron, no seas tonto, que llevas mucho cantando ópera y está un poco aburrido. Al final acepté. Pero fue difícil, porque llegar cuatro señores, que no nos conocíamos de nada, de mundos distintos e intentando hablar inglés, hizo que se dieran muchos malos entendidos. Ahora somos como una pequeña familia y la pasamos fenomenal.
¿Cómo describe a sus compañeros?
Ya ellos se casaron, así que están un poco más calmados. David es el típico norteamericano, muy guerrero, pero luego es como un oso de peluche, porque es muy alto, siempre pasa bromeando, es como un niño grande. Tenemos a Urs que es le típico suizo, que todo tiene que ser a la hora exacta, todo cronometrado y que nada se salga de la línea. Luego Sébastien que es el francés, es el más sensible del grupo, pues se molesta rápido y yo soy el toro español.
Vemos una imagen impecable. ¿Es de vestirse tan elegante siempre?
Siempre me ha gustado. El estilo de Il Divo es así, elegante, pues describe nuestra música. Es una vestimenta al mejor estilo del “Rat Pack” que estaba integrado por Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr. Lo que si nunca llevo es corbata, porque cuando canto no me gusta tener nada amarrado a la garganta.
¿Pleitos por egos?
Sí, claro. Al principio imagínate, estás en el estudio, era como una lucha para ver quién cantaba qué parte, esto, aquello, pero luego en seguida se superó. Tardamos como un año para acoplarnos.
¿Simon Cowell es el ogro que todos creen?
Es un personaje. Es un hombre que no tiene pelos en la lengua, dice lo que piensa y lo bueno es que si lo convences de lo que estás diciendo él lo acepta. Cuando empezamos los norteamericanos nos decían que éramos una “Manufactured Boy Band” o sea que solo éramos una imagen y nada de voz. Simon al principio pensó que hiciéramos solo un disco y ya. Nosotros fuimos al banco y pedimos un préstamo y fuimos los productores de nuestro propio concierto, el cual hicimos casi sin el consentimiento de Simon porque queríamos decir, “señores les vamos a demostrar que somos cantantes reales, no solo cantantes de un disco”.
¿Qué es lo más extraño que ha hecho una fan?
Una fan me dijo que dormía conmigo todas las noches, porque tenía un póster de cartón, de tamaño natural y que lo metía a la cama. En Colombia, Sébastien estaba en el baño y le tocaron la ventana, una chica había escalado tres pisos y cuando él la abrió la chica se cayó, se la llevaron y no sabemos si terminó en el hospital.
Una cita con Il Divo
Il Divo se presentará el domingo 14 de octubre en el salón de eventos El Pedregal, a partir de las 8 p.m.
El concierto es producido por la empresa Flevent y las entradas tienen un costo de ¢35 mil gradería, ¢60 mil palco, ¢85 mil palco preferencial, ¢110 mil VIP y ¢140 mil diamante.
Los boletos se pueden conseguir en www.publitickets.com, en Importadora Monge, tiendas Play y EPA.
Quedan entradas en todas las localidades, manifestó José Cañas, quien explicó que la idea de Flevent es que este concierto sea personalizado.
“La gente se sentirá muy a gusto, porque se le dará un trato muy cercano, no tan frío como los conciertos tradicionales. Habrá servicio de valet parking y un parqueo con seguridad con suficiente espacio para todos los vehículos. Además, el sitio es techado y tendrá una zona de comidas y bebidas muy elegante”, señaló.
Los artistas estaran acompañados por su orquesta, la cual llegará dos antes al país. Il Divo llega un día antes.
Todavía no se tiene al artista nacional que abrirá la noche, pero este será muy acorde con el cuarteto y podría ser un saxofonista.