Nueva York/AFP.- Una mujer de origen británico conocida como la “madama de Manhattan”, que decía tener lazos con poderosos e influyentes neoyorquinos, se declaró culpable de proxenetismo, en un nuevo giro del polémico caso en el que se amenazaba con revelar la identidad de sus clientes.
Anna Gristina, de 44 años, se declaró culpable el martes de un solo cargo de promover la prostitución, contrariamente a lo que había afirmado antes de que iba a luchar para demostrar su inocencia, en un juicio que estaba previsto que comenzara en octubre.
La única acusación en su contra se basó en una operación encubierta en la que un policía encubierto le pidió a Gristina que le consiguiera dos mujeres para realizar un espectáculo erótico para él en un apartamento que había alquilado en el elegante Upper East Side de Manhattan.
Un juez de Nueva York dijo que Gristina, que llevaba una vida paralela de respetable madre en las afueras de la ciudad, sería condenada a cinco años de libertad condicional el 20 de noviembre.
Como la mujer ya pasó varios meses en el centro de detención de Rikers Island tras su arresto, el magistrado consideró que no es necesario que pase más tiempo en prisión. Sin embargo, todavía corre riesgo de deportación.
Gristina, que emigró a Estados Unidos desde Escocia, había afirmado que ella sólo administraba un servicio de intermediación para los residentes de la ciudad ricos e influyentes. Los tabloides la apodaron “madama Manhattan” e informaron que resistió la presión de los fiscales para que revelara los nombres de sus clientes.
Pero no hay nada que respalde esas afirmaciones.