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Lunes 31 de octubre de 2011, Costa Rica

Ver y ser visto

¡Actúe como si no le vieran!

Dando continuidad a los temas de seguridad vial, abarcamos uno de suma importancia para los motorizados: Ver y ser visto.

Ser visto es un factor de seguridad fundamental para el motorista. Les proporcionamos consejos del libro Seguro en Moto (www.seguroenmoto.com).

Actúe siempre como si los demás vehículos no le vieran. Recuerde que los carros ven mucho menos a las motos que las motos a los carros. Confiar en que los demás vehículos le están viendo equivale a poner su destino en manos de un conductor desconocido, que no siempre es lo bastante hábil ni responsable para detectarle y reaccionar en consecuencia. Debe comportarse como si fuera invisible a los demás conductores, dejando por si acaso un espacio de seguridad suficiente que reduzca el riesgo de colisión.

Circule siempre con la luz encendida para ser más visible. Recuerde que no basta con la luz de posición, poco visible durante el día; es necesario tener encendida la luz de cruce.

Verifique a menudo el funcionamiento correcto de su luz piloto de posición, sobre todo al circular de noche o en condiciones de poca visibilidad. Circular con la luz piloto apagada aumenta el riesgo de ser embestido por otro vehículo, incapaz de verle y frenar a tiempo.

Procure mantener una distancia suficiente de seguridad con los carros, de forma que puedan verle por el retrovisor o bien directamente. La peor posición para que le vean los carros es cuando usted circula en paralelo y ligeramente retrasado, porque está en el ángulo muerto de su retrovisor.

Señale siempre los cambios de dirección con suficiente antelación mediante los intermitentes. Hágalo aunque crea que no hay vehículos a su alrededor, ya que difícilmente puede tener la certeza absoluta de ello.

El empleo de la bocina y las luces aumenta la probabilidad de que le vean. Más vale pecar de “pesado” en este aspecto que sufrir un accidente.

Pero recuerde que la bocina sirve para advertir (bocinazo breve: advertencia) y no para reprender ni todavía menos increpar (bocinazo largo: queja). En este último caso sólo consigue poner nervioso al otro conductor, al margen de que ya no sirve para evitar el error que haya cometido. Evite realizar maniobras bruscas o inesperadas, excepto en situaciones de emergencia.

Así los conductores de los demás vehículos tendrán más tiempo para adaptarse a sus cambios de posición.