SAO PAULO/AP. El irreverente humor de los brasileños no perdona a nadie, incluyendo al líder de la Fórmula Uno, Lewis Hamilton.

El británico fue blanco de dos anfitriones de programas de televisión, durante presentaciones promocionales del piloto.

Hamilton tenía que ser el chofer de una pareja en un taxi, como parte de una campaña de conductor designado, que promueve una destilería de whisky.

Uno de los anfitriones se acercó a Hamilton para darle una camiseta del Vasco da Gama, club que tiene una larga historia de terminar en segundo lugar.

El anfitrión, Rafinha Bastos, le deseó suerte a Lewis, para terminar segundo en el campeonato.

Hamilton agarró la camiseta, sonrió tímidamente, y preguntó: “¿Está limpia?”. Minutos después, otro anfitrión le dijo a Hamilton que todo Brasil lo apoya, pero para que termine segundo.

Antes de irse, el humorista arrojó un peluche de un gato negro en la dirección de Hamilton.

“En nuestro país esa es una señal de buena suerte”, dijo sarcásticamente.