Glasgow /AFP. Diego Maradona se mostró tranquilo en el banquillo como seleccionador argentino, en la victoria de su equipo contra Escocia por 1-0, en Glasgow, y ni siquiera celebró el gol de su equipo, marcado por Maxi Rodríguez en el minuto 8.

Tal vez pensando en su hija Giannina, ingresada desde el martes en una clínica de Madrid, por unos problemas en el embarazo del hijo que espera, Maradona estuvo poco expresivo.

Aunque Maradona ya advirtió que quería alejarse de esa imagen que había dado, en su breve etapa de técnico de Mandiyú y Racing de Avellaneda, y trató también de lanzar un mensaje de tranquilidad a sus jugadores.

Cuando Maxi Rodríguez anotó el gol, Maradona casi no se movió y fue uno de sus ayudantes, Alejandro Mancuso, el que lo trató de animar, dándole un codazo cariñoso, mientras el técnico gritaba sin gesticular.

No fue hasta el minuto 18, cuando su equipo se había relajado un poco, en que Maradona salió de su banquillo y se dejó ver cerca del césped, para dar algunas instrucciones.

Maradona no volvería a dejarse ver hasta el final del primer tiempo, cuando en el minuto 45, Gary Caldwell hizo una dura entrada por detrás a Jonás Gutiérrez, por la que recibió una tarjeta amarilla. En el segundo tiempo no se le vio cerca del césped, pese a que Argentina perdió el control del juego.

Maradona tenía pensado tomar un vuelo chárter tres horas después de terminarse el partido, con dirección a Madrid, para reunirse con su hija y con Sergio Agüero, el padre del bebé, que abandonó la concentración de la selección el martes, cuando su compañera fue hospitalizada.

Así lo vivió

“Encontré un equipazo. Los muchachos me hicieron sentirme tranquilo, por la seguridad que me dieron estos días”.

“Sabíamos que estábamos en una crisis, pero tenemos jugadores que son hombres y que saben salir de estas”.

Diego Armando Maradona, Técnico de Argentina