Jeison Parrales, corresponsal
Hugo Solano
hsolano@aldia.co.cr

Corredores - Después de tomarse unas cervezas, dos panameños y un tico cayeron con todo y carro a la quebrada “Spadafora”, en El Roble de Laurel, unos 20 kilómetros al sur de Paso Canoas.

Tras el accidente, que sucedió a la 1:40 a.m., el carro quedó con las llantas para arriba.

Como pudieron, el acompañante y el pasajero que viajaba en el asiento trasero salieron del carro, pero Corrales no tuvo la misma suerte pues quedó prensado entre el volante y el techo.

Una vez fuera, el panameño Edwin Pineda Cedeño fue a pedir ayuda a una casa cercana, y Rafael Ramírez Sequeira se quedó cerca del vehículo. Una hora después, a las 3 a.m., se alertó al 911 sobre el accidente.

Los cruzrojistas bajaron a las 3:12 a.m. los tres metros que hay desde el puente al cauce, y confirmaron que Corrales estaba fallecido.

Los dos heridos fueron atendidos por los socorristas, pero se negaron a ser trasladados ya que solo resultaron con golpes y escoriaciones.

Ellos tardaron poco más de una hora para abrir la puerta del acompañante y salir del carro.

Se salvaron debido a que horas antes había dejado de llover y el cauce no los cubrió. La víctima sí tenía parte del cuerpo bajo el agua, por lo que los socorristas presumen que murió ahogada.

El vehículo es propiedad del panameño Pineda, quien afirmó que al salir del bar iban hacia La Cuesta de Paso Canoas, pero al llegar al auto ya Corrales estaba sentado al volante porque quería conducir.

Lo extraño es que tomó otra ruta y al pasar por el puente sobre la quebrada “Spadafora”, el cual no tiene barandas, perdió el control y cayó al agua.

Esto fue en el sentido norte-sur, a escasos 600 metros de la línea fronteriza con Panamá.

El grupo regresaba de Zancudo y, tras la tragedia, los panameños lloraron al borde del puente por la pérdida de su amigo, agente vendedor y padre de cuatro hijos.

Era vecino de barrio San Jorge en Paso Canoas.

El cuerpo fue levantado ayer a las 9:30 a.m. y remitido a la morgue por orden de la jueza penal de Corredores, Yamileth Ulate.

Un peligro

Víctor Otárola.

Víctor Otárola, Fuerza Pública.

El carro estaba en el fondo, y antes del puente había marcas de donde se llevó unas señales y se montó al puente. Venían de Zancudo”.

Margarita Herrera, Vecina.

Se oyó un fuerte estruendo. Tiempo después llegó un hombre todo mojado y pidió ayuda. Avisamos al 911 y fuimos con un foco al lugar”.