Alexander Aguilar
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El grito de “Zorro, Zorro, Zorro”, por parte de la afición, hizo retumbar el estadio Ricardo Saprissa. La mancha roja quería al volante Carlos Hernández en la cancha y al minuto 62 llegó al campo, para ser cómplice directo en el gol de Wálter Centeno.

“Creo que no defraudé, hice las cosas bien”, señaló ayer Hernández. “Trabajé y me esforcé al máximo para aportar un poquito a la causa y por eso salí contento”.

Pero qué pensó el jugador cuando comenzó a escuchar su sobrenombre en las gradas. “Era algo bonito, motivante y a la vez un poco comprometedor, porque cuando gritaban, sentía algo muy lindo dentro de mí”.

Fue el último cambio contra El Salvador, por Andy Furtado, y no quería irse en blanco como sucedió en el Estadio Azteca. “Cuando el profe Kenton me llamó, sentí un alivio y vi que era mi oportunidad. Me gustaría jugar un partido de titular, pero eso le toca al cuerpo técnico decidirlo”, concluyó.