Alejandro Arley Vargas
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El dolor, el sufrimiento y la agonía de Jesucristo, figura central de la fe católica, fueron encarnados en todos los rincones del país el Viernes Santo anterior.
Con representaciones en vivo y procesiones con imágenes, los fieles de Cartago, San José, Pérez Zeledón y Upala, entre muchos otros lugares, recordaron la forma en que el Hijo de Dios fue condenado a muerte y crucificado.
Tras el ayuno, luto y silencio de los días anteriores, hoy las calles se llenan de júbilo para celebrar la resurrección de Jesús.
La fiesta, la más importante del año para los católicos, se inició anoche con la denominada Vigilia Pascual.
La victoria de Cristo sobre la muerte fue el centro de la eucaristía en la que las flores y cantos alegres retornaron a los templos.
En San José, hoy a las 10 a.m., se llevará a cabo la procesión con la imagen del Señor Resucitado. Saldrá de la parroquia de la Dolorosa hacia la Catedral Metropolitana.
Fe en Cartago
Tres Ríos, San Rafael de Oreamuno y el centro de Cartago fueron tres de los puntos más concurridos de la Vieja Metrópoli el Viernes Santo para presenciar el viacrucis.
En el cantón central, uno de los momentos más emotivos fue cuando Lourdes Monge, personificando a “La Verónica”, limpió la sangre del rostro del Nazareno que luego quedó impreso en la tela, según dice La Biblia.
“¿Quién es el prisionero? Es Jesús de Nazareth, a quien yo amo. Él ha sido encarnado en el seno de María, bautizado y exaltado en el Jordán”, exclamó a todo pulmón la joven de 17 años, vecina del barrio Asís.
En el parque de Tres Ríos, Graciela Arley interpretó a la Virgen María, madre de Jesús, quien fue personificado por Federico Peña.
Su llanto y palabras de desconsuelo, cuando bajaron a Jesús de la cruz, calaron en los asistentes a la celebración.
* Colaboraron Pablo Aguilar, Mario Cordero y Rafael Pacheco.
La gran cantidad de confesiones y la amplia participación en las actividades religiosas fueron hechos destacables en esta Semana Santa, expresó monseñor Vittorino Girardi, obispo de Tilarán.
“Todos hemos visto cómo Costa Rica tiene profundas raíces cristianas y católicas que se desbordan en celebraciones como estas o las del 2 de agosto”, comentó el Obispo.
Girardi explicó que la fiesta de la resurrección de Jesús se extenderá hasta el próximo domingo cuando se celebra la solemnidad de la Divina Misericordia.
Luego, la Iglesia continúa el tiempo pascual hasta la fiesta de Pentecostés (que en griego significa quincuagésimo), fecha en que se recuerda cómo los apóstoles de Jesucristo recibieron el don del Espíritu Santo.
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