Alejandro Arley Vargas
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La alarma por la aparición de peces muertos en playas de Santa Cruz y Nicoya ha disminuido.

Juan Luis Sánchez, director del Área de Salud de Santa Cruz, comentó ayer por la mañana que después de la limpieza de las playas no se han producido nuevos reportes de animales muertos en las zonas costeras del cantón.

El caso más serio ocurrió hace una semana en playa Lagarto, Santa Cruz, donde cientos de peces sin vida quedaron esparcidos en una extensión de casi un kilómetro de arena.

Las causas del fenómeno aún se desconocen, por eso expertos de Acueductos y Alcantarillados y la Universidad Nacional tomaron muestras del agua.

“Aún no se confirma que se haya tratado de una marea roja” , afirmó Sánchez.

La marea roja consiste en la concentración de microorganismos marinos llamados dinoflagelados, que producen toxinas y le dan al mar un tono rojizo.