Edgar Chinchilla, corresponsal y Rodolfo Martín
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San Carlos, Alajuela. - Sorprendidos y muy dolidos, así reaccionaron ayer los dos hermanos de Alejandro y Eduardo, los nicaragüenses vinculados por el OIJ local como los autores del homicidio del finquero Carlos Alfaro Jaikel, el viernes pasado.

“Lo recordaremos como el mejor patrón con quien hemos trabajado durante los cinco años que tenemos de haber llegado a Costa Rica. Siempre fue un hombre justo y de trato amable”, expresó Henry quien estaba acompañado por su hermano de crianza José, en las afueras de la casa que alquilan en Sucre.

El Juzgado Penal de San Carlos le impuso seis meses de prisión preventiva a Alejandro, mientras Eduardo permanece en fuga.

Los cuatro trabajaron para la finca de los Alfaro.

Henry y José fueron despedidos el sábado, una hora y media después de que el OIJ detuvo a su hermano Alejandro.

A éste lo exhoneran del hecho, algo de lo que no están muy seguros con respecto a Eduardo porque no lo habían visto recientemente.

José afirmó desconocer que ambos quisieran asaltar o matar al patrón, como tampoco que tuvieran “rencores”, afirmó.

“No es cierto, agregó, que Eduardo hubiera sido despedido. Él, simplemente, renunció y se fue en buenos términos”, dijo.

Los cuatro y dos hermanas más, son originarios de El Rama, poblado del departamento del Río San Juan. Todos, con excepción de José, son hijos de Lorenzo Antonio y Justina que viven en El Castillo, también en Nicaragua.