Ronny Rojas
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Tremenda sorpresa se llevó el médico Willem Buján, del hospital México, cuando desempacó un equipo del proyecto Finlandia y se dio cuenta de que no era el que había solicitado y tampoco satisfacía las necesidades de la unidad de Hematología.

Buján esperaba una central de monitoreo de signos vitales.

Pero, en su lugar, recibió uno de telemetría, que no medía la presión arterial ni otras funciones básicas del cuerpo.

“Yo no conocía el equipo y no tuvimos contacto con la compañía que lo proveyó”, declaró ayer el hematólogo al tribunal.

“Si lo usamos dos días es mucho. Lo devolvimos pues nos estaba estorbando”, agregó.

Aseguró que no había espacio en la unidad de Hematología para las piezas del equipo recibido.

El testigo explicó que en el hospital México se hizo un pequeño “banco” de artefactos adquiridos con el préstamo finlandés, que no eran funcionales.

Ayer declararon la enfermera Ana Herrera, del San Juan de Dios, y Ángel García Mairena, oficinista del Calderón Guardia ante el tribunal que lleva la causa Caja-Fischel en la que están acusados el expresidente Calderón y seis personas más.

Instrumentarium Medko Medical, supuestamente, pagó comisiones a políticos y funcionarios ticos, a cambio de vender equipo por $39,5 millones a la Caja.