Neyssa Calvo Achoy
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Llegan las vacaciones y con ellas la posibilidad de darse un chapuzón en la piscina o sentir las olas del mar. Sin embargo, toda esa diversión puede pasarle la factura a los pequeños de la casa.

Cuando los niños están mucho tiempo en el agua desarrollan con mucha frecuencia otitis externa, que es una infección del conducto auditivo externo que lleva los sonidos hasta el tímpano.

El calor y la humedad en el ambiente además del agua, contribuyen al desarrollo de la enfermedad, señala Manuel Valverde, experto en audiología.

Aconseja a los padres de familia acostumbrar a sus hijos al uso de tapones para evitar que el agua se meta en el canal auditivo.

Asimismo, el médico internista Manuel Rojas, recalca que en está época es un mal común. Por tanto, sugiere secar el oído con una toalla, no usar aplicadores y ponerle gotas con antibiótico, recomendadas por el pediatra antes de entrar al agua.

Agrega que, ante los siguientes síntomas se debe acudir al especialista: picazón, dolor con o sin fiebre y secreciones que salen del oído. Sin olvidar, la irritabilidad inusual en el chico.

Es importante tomar en cuenta, dice Valverde, que si la dolencia no es tratada a tiempo se corre el riesgo de que el tímpano se rompa o disminuya la audición.