Rodolfo Martín
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Uno a uno o una a una, por aquello del género, caballos y yeguas ofrecieron una pasarela de sangre, trote, relinchos en el corazón de la cuna de la evangelización, presenciada por decenas de hombres, mujeres y güilas.

Los invitados más selectos de ayer fueron varios magistrados de la Suprema Corte y los directores del OIJ, quienes estuvieron de visita en Nicoya para conocer el proyecto de construcción del nuevo edificio de los tribunales.

Los cielos se encendieron con el estallido de bombetas de triple trueno, mientras cimarronas y música grupera convulsionaron el ambiente para, después, dar paso al arranque del desfile equino desde la plaza del barrio Santa Lucía hasta el costado sur del parque Recadero Briceño.

Además, el tope era dedicado a 50 niños que montaron con gallardía briosos animales.