Miguel Calderón Suárez
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Un mecánico identificado como Aharon Cordero Fonseca, de 37 años, fue ejecutado de cuatro balazos ayer en Tirrases de Curridabat, San José.

La víctima se encontraba en una sala de juegos ubicada cerca de su hogar cuando a eso de la 1 a.m. tres sujetos llegaron en un vehículo gris, se bajaron, ingresaron al sitio y acribillaron a Cordero, quien murió hincado y de forma instantánea luego de recibir un disparo en el cuello, otro en la frente y dos en el pecho.

Ayer el OIJ capturó a un hombre de apellido Alfaro, quien figura como uno de los sospechosos de cometer el crimen.

Según informes de esa entidad, el supuesto agresor salió de la cárcel hace dos meses.

Lidiette Fonseca, madre del fallecido, contó que Aharon consumía drogas desde el colegio y en horas de la tarde había tenido una fuerte discusión con unos conocidos, con quienes mantenía una enemistad.

“Mi hijo era muy violento, no le gustaban las bromas y siempre tuvo problemas con ciertas personas”, expresó la madre.

“Tener un hijo drogadicto es cargar una cruz para toda la vida”, agregó Fonseca.

Comentó que el muchacho comenzaba a trabajar ayer como guarda de seguridad en una urbanización en Curridabat.

Aharon deja dos hijos: William y Veberlin de 5 y 18 años, respectivamente. “Quería vencer su adicción por las drogas”, finalizó.

La víctima

Aharon Cordero Fonseca.

Edad: 37 años