Isaac Lobo
ilobo@aldia.co.cr

         

Lo cierto es que diciembre es el mes de la Navidad, del ansiado momento para comerse un tamal y de las listas con los propósitos del Año Nuevo.

Pero también es el mes de los recuerdos y recuentos.

En cuestión de días, los programas de televisión y la Internet se llenarán de tops que recopilan lo mejor del año: los mejores goles, los mejores vestidos, los mejores descuidos, las mejores canciones, un top de tops.

Pero para algunos el 2010 que ya casi dice adiós, fue el año en el cual muchas parejas se “devolvieron los peluches”.

Uno de los casos más sonados fue el de Jesse James y Sandra Bullock, quienes dejaron atrás su relación cuando salió a la luz que el marido, con nombre de bandido famoso, le había dado vuelta con dos mujeres tatuadísimas, de profesión “actriz de cine porno”.

Todo en uno de los momentos profesionales más dulces en la vida de la Bullock, quien fue premiada con el Oscar como mejor actriz por la película “The Blind Side”.

Envueltos en una nube de dimes y diretes, el matrimonio formado por Eva Longoria y el jugador de baloncesto Tony Parker, ha sido uno de los más recientes y uno de los más escandalosos.

“En esta ocasión fue Tony quien fue infiel a su mujer, concretamente con la esposa de uno de sus compañeros de profesión: Erin Barry y Eva fue quien decidió poner tierra de por medio a base de sentencia de divorcio”, publicó el sitio diariofemenino.com.

Espectaculares y mediáticos fueron los divorcios de Tiger Woods y Mel Gibson, esos sí que ganaron la atención de la prensa rosa. El primero porque resultó que la estrella del golf, aparte de ser bueno con los 18 hoyos, era un adicto al sexo. El segundo, por ser el divorcio más caro de la historia, con la que ha sido la madre de su octavo hijo.

Otras parejas que no llegaron a cenar juntas fueron las de Christina Aguilera, casada hace cinco años con Jordan Bratman. Susan Sarandon y Tim Robins, Kate Winslet y Sam Mendes y Halle Berry y Gabriel Aubry.