Neyssa Calvo Achoy
ncalvo@aldia.co.cr

         

Le ha sucedido que cuando sale con su hijo quiere que le compre algo o todo en las tiendas o supermercados. No se preocupe, su caso no es aislado, también le ocurre a cientos de padres de familia.

Helados, refrescos, ropa o zapatos y especialmente juguetes están en las listas de los más pequeños cuando salen a la calle.

Lo que los progenitores deben tener claro, es la necesidad de enseñarles a encauzar sus deseos y evitar complacer todos sus gustos, informó el psicólogo de familia Erick Quesada.

Añadió que cuando los pequeños logran con facilidad sus caprichos, les cuesta apreciar el valor de las cosas.

Por la naturaleza de su edad, los más chicos, entre el primer año y los cinco años les cuesta racionalizar y por eso es común escucharlos pedir todo lo que ven.

El psicólogo Luis Diego González, acota que esta actitud pedigüeña se incrementa en la época navideña donde el mercado ofrece un banquete de productos atractivos para menores.

“Es necesario que los papás pongan límites aunque hagan pataletas frente a un escaparate de una tienda”, dijo Odio.

¿Qué hacer ante un berrinche? Lo mejor es tratar de controlarlo sin regaños. Tan solo con explicarle que no es malo pedir, pero sí hacerlo con tono exigente y hasta amenazador en algunos casos.

González sugiere enseñar al menor que pida todo con argumentos. Es decir, que explique por qué lo quiere y su importancia.

Y si llora por un juguete parecido al que tiene en casa, recuerde que tiene uno igual, cómo juega y hasta quién se lo dio.

Los niños entienden con una buena explicación. Lo ideal es antes de la salir de la casa establecer las reglas y dejar claro que al romperse tienen una consecuencia específica como no ir de paseo, recalcó González.

Asimismo la psicóloga Patricia Odio recomienda hacer un presupuesto con los hijos y determinar, por ejemplo la cantidad de juguetes que se pueden comprar.

“Es una época donde el bombardeo comercial es fuerte y no está de más evitar los sitios que puede provocarles ansiedad. Lo fundamental es tener tiempo para hablar con los hijos sobre el valor de la Navidad”, agregó Odio.