Washington, EE. UU./EFE y AFP.- Los secretos de la diplomacia estadounidense quedaron al descubierto con la publicación, por parte de Wikileaks, de más de 250.000 cables referidos a las comunicaciones del Departamento de Estado con más de 270 embajadas, consulados y misiones diplomáticas de EE. UU. en todo el mundo.

El sitio web divulgó los documentos a través de los diarios New York Times (EE. UU.), Le Monde (Francia), El País (España), The Guardian (Gran Bretaña) y Der Spiegel (Alemania).

“La mayor filtración de la historia”, así calificó ayer El País a los más de 251.000 telegramas diplomáticos de entre el 2004 y el 2010. Los documentos fueron analizados por 120 periodistas de los cinco periódicos que consideraron que su “misión” era “ponerlos a disposición de los lectores”.

Sin embargo, el fiscal general Eric Holder, informó que su departamento abrió una investigación criminal contra Wikileaks y que juzgaría a su fundador, Julian Assange, en caso de que haya violado la ley. El Gobierno dice que la filtración masiva supone un riesgo para la seguridad nacional, ya que afecta a diplomáticos, a los activos en materia de inteligencia y a las relaciones de EE. UU. con importantes aliados en el mundo.

¿Qué dicen los cables?

Los mensajes que se intercambiaban las embajadas revelan, entre otras cuestiones, cómo el Departamento de Estado ordenó que se espiara al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

El País publicó los esfuerzos estadounidenses para “aislar” al presidente de Venezuela Hugo Chávez. Incluso, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, solicita información sobre la salud mental de Cristina Kirchner.

Y otros cables dicen que el italiano Silvio Berlusconi está desgastado por “tantas fiestas salvajes”. Los documentos indican, además, que EE. UU. pidió investigar la posible presencia de grupos terroristas en Paraguay, en la frontera con Argentina y Brasil.