Edgar Chinchilla, corresponsal GN
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Pital.- Francisco García Rocha operario nicaragüense permanece delicado en el hospital de San Carlos al recibir un disparo en la espalda durante un asalto a su casa antenoche en el barrio Chino, en Pital.

Ocho sujetos encapuchados, vestidos de negro, con botas y pantalón tipo militar, llegaron a la casa pidiendo el dinero de la venta de un carro.

Según una hija del baleado, la familia se preparaba para acostarse cuando se escuchó un estruendo. Cuando la esposa de García abrió la puerta, la golpearon con la cacha de un revólver.

“Hace unos días vendimos un carro. No sé cómo los sujetos sabían eso, porque nos gritaron que adónde estaba el dinero del carro”, narró la joven.

Relató cómo tres de los ocho hombres empezaron a golpear a su madre Gloria Espinoza, mientras uno la sujetaba a ella y los otros cuatro la emprendieron a golpes contra Francisco García.

“Al decirles que no teníamos el dinero ahí, los tipos se marcharon, pero cuando se retiraban uno de ellos se volteó y disparó a corta distancia contra mi papá”, dijo la hija de García.

En el forcejeo, su madre le quitó el pasamontañas a uno de ellos, pero no era nadie conocido. Uno de los asaltantes renqueaba de la pierna izquierda.

Dentro de la casa, la Policía encontró un casquillo de revólver calibre 38.

El cruzrojista César Mejías, informó que el herido presentaba un balazo en las costillas, con entrada, pero sin salida.

La mujer tenía golpes en la cara y una herida en la cabeza.

Ambos fueron trasladados a la clínica local y luego al hospital de San Carlos. El hombre, según una fuente médica, no tenía movimiento en sus piernas.

El asalto ocurrió solo 12 días después de otro ocurrido en el bar El Zancudo, en Cuatro Esquinas de Pital. Allí dos clientes fueron baleados y los delincuentes se llevaron medio millón de colones.

La Policía no descarta que se trate de la misma banda porque en ambos casos eran ocho tipos, usaban pasamontañas, pistolas calibre 38 y escopeta; cada hecho estuvo a solo dos kilómetros entre sí y sabían que había dinero.