Hoy es domingo de Resurrección, sin duda el día más importante de esta Semana Mayor. Ojalá que estos días le hayan servido para hacer una pausa, reflexionar y retomar la vida de una manera más positiva.
Pero, definitivamente, cada uno vive estos días a su manera. Aquí hay algunas clasificaciones para que usted juzgue si conoce a alguien así.
Por ejemplo tenemos al “Arrodillado”. Y no es que esté de rodillas precisamente por estar orando, sino porque así termina después de la fiesta que se pegó.
Antes de que comience la ley seca se encarga de comprar todo lo que pueda de la licorera para pasar en una pura llamita toda la semana.
El “Arrodillado” eventualmente puede transformarse en el “Acostado” porque a algunos de los de este tipo, cuando ya están bien enfiestados, les da por meterse a nadar al mar o a manejar carros.
Tenemos también al “Una vez al año”. Es aquel que se acuerda del de arriba sólo en Semana Santa. No se pierde procesión, ni misa y si puede hasta carga algún santo en las procesiones. Pero el resto del año sólo se acuerda de Dios cuando está metido en problemas.
De cualquier manera espero que, en su caso, haya tenido una feliz Semana Santa en la que haya podido meditar, acercarse un poquito más a Dios, estar con los suyos y –de paso – tomar un merecido descanso para regresar esta nueva semana a sus quehaceres con energía renovada .
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