La Asamblea Legislativa ha sido cantera de muchos expresidentes de la República. Mario Echandi prefiguró en ella su futuro y fraguó con su verbo encendido y enérgico una atmósfera, que unida a la coyuntura posterior a la Revolución del 48, lo llevó a salir de ahí hacia la silla presidencial.
Luz Gómez, de 90 años, fue su secretaria de audiencias durante sus cuatro años de gobierno. Ella lo recuerda como un jefe muy honrado, que nunca los regañó en voz alta y nunca fue grosero.
La Casa Presidencial se ubicaba entonces donde hoy donde se encuentra el Tribunal Supremo de Elecciones y allí llegaba Echandi en una carro, que él mismo denominaba una “cafetera”. Poco después, varios amigos se organizaron y le obsequiaron uno mejor, relató doña Luz.
Ella lo recuerda con tanto cariño, que en su casa le reza el novenario al expresidente, fallecido el sábado 30 de julio anterior, por complicaciones cardíacas tras sufrir una bronconeumonía.
El historiador Oscar Aguilar Bulgarelli, señaló que Echandi fundamentaba sus discursos de ataque a Figueres en la Asamblea e hizo célebre la frase “papelitos hablan”.
Hace una década quedó viudo de su esposa Olga Bennedictis y nunca tuvo hijos. Sus sobrinos Álvaro Fonseca y Sandra Reuben le acompañaron en los últimos 20 años en su casa en barrio González Lahmann, en San José.
La división interna de las fuerzas que anteriormente apoyaron a José Figueres Ferrer, lo favoreció en las elecciones de 1958 y derrotó por más de ocho mil votos, al candidato liberacionista Francisco José Orlich y al del Partido Independiente, Jorge Rossi.
Ya como mandatario unió a la familia costarricense al sanar heridas políticas que dejó la guerra civil. Ese fue para muchos, su principal legado.
Repatrió al expresidente Rafael Ángel Calderón Guardia y a su hermano Francisco, exiliados en México y trajo al país los restos del expresidente Teodoro Picado, fallecido en Nicaragua.
De nuevo, el líder comunista Manuel Mora, pudo emitir sus discursos por la radio y abrir un periódico, explicó el historiador Aguilar.
“Era un liberal en cuanto al derecho y al principio de respetar las libertades. Pero era un patriota cuando puso al Estado a administrar el agua al crear el AyA y también a repartir tierras con la creación del ITCO, actualmente el IDA”, dijo el historiador.
Según Aguilar, las circunstancias de la época y errores en el manejo de campañas posteriores, le impidieron volver al poder, como lo intentó en dos ocasiones.
Gabinete de todas las vertientes
Guillermo Villalobos, compañero de fórmula presidencial en el 70, como segundo vicepresidente, destacó el ‘coraje, valentía, patriotismo, honestidad y firmeza’ de Echandi. Recordó que integró en su gabinete a personas de diversas vertientes políticas.
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