Costa Rica venció 2-0 a Venezuela / En su quinto juego al frente de la “Sele”, Jorge Luis Pinto festejó su primera victoria

Kenneth Hernández

Redactor

Barquisimeto, Venezuela.- La Tricolor terminó ayer su año deportivo brindando con “Vinotinto” en Venezuela.

Y es que la “Sele” fue una invitada de lujo en la fiesta que se montó ayer en la ciudad de Barquisimeto, donde lució sus mejores galas y con dos copas (2-0) que se tomó, le bastó para hacer su noche redonda.

A los dirigidos por Jorge Luis Pinto poco les importó que el estadio Metropolitano de Cubudare, que parece una olla de presión, ya que es muy cerrado, estuviera con un ambiente intimidante; aficionados bien identificados con su camiseta color vinotinto, luces de bengalas en las gradas y un ruido ensordecedor, producto de las famosas vuvuzelas.

Incluso a los ticos los apuntaron con láser en la cara, pero nada de esos los achicó, al contrario, los iluminó, los hizo sacar lo mejor de sí, y darle por adelantado el regalo de Navidad al estratega colombiano, quien en su quinto partido al frente de la escuadra patria en su segunda era, al fin disfrutó su primer triunfo.

Ayer con una base de jugadores que militan en el ámbito local, la “Sele” fue sólida en defensa, el medio campo carburó en recuperación y creación, mientras que en ofensiva se tuvo contundencia. Le jugó de tú a tú a Venezuela, la misma que ya no es la Cenicienta de Sudamérica, y le robó el protagonismo en su propia pachanga.

La sincronización de líneas funcionó bien, y quedó ejemplificado en el recorrido que hizo para beberse su primer copa.

En rompimiento rápido, Yeltsin Tejeda habilitó a Rodney Wallace, quien una vez más demostró tener estrella para estar en la Tricolor. Dijo ¡salud!, para festejar su segundo gol con la casaca nacional en apenas tres juegos.

Igual le pasó a José Miguel Cubero. El florense se olvidó de la pena que pasó por fallar el penal en la gran final ante la Liga, dijo ¡salud!, se desahogó y celebró su debut en la red con la “Sele”.

No hay que obviar que también se topó con suerte, porque al arquero Daniel Cambronero, que tuvo una buena participación, los “chamos” le pegaron dos balones en los postes y lo inquietaron en más de una ocasión.

Pero bueno, ojalá y el juego que desplegó anoche la Selección en Venezuela, se siga manteniendo el próximo año, que sea un buen augurio para el 2012, cuando deberá hacerle frente a una dura eliminatoria mundialista rumbo a Brasil 2014.

Esperemos que se acabe el síntoma de que solo ante selecciones sudamericanas y europeas, se tiene un buen accionar y que Pinto logre enrumbar a la Mayor a la cita mundialista.