Deportes
Lunes 4 de julio de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Una copa a ritmo de tango

El frío y las cosas en Jujuy

Milton Montenegro, enviado especial

mimontenegro@aldia.co.cr

Hace unos días lancé una pregunta en Facebook, ¿cómo hago para quitarme el frío que siento aquí en Jujuy?

Algunos amigos me preguntaron que si en realidad estaba tan helado como han escuchado y como yo he escrito.

Les cuento, traje dos abrigos, gorro, bufandas y guantes, no aguanté y me vi obligado a comprar ropa térmica, eso me ayudó, pero qué va, esto es un congelador. Uno debe dormir con la calefacción puesta.

Durante los entrenamientos, los seleccionados lo hacen con abrigo, algunos usan guantes y hasta gorros.

Sí es bastante frío, pero qué me recomendaron los “compas” del Facebook: todos me recetaron lo mismo, que tomara “bebidas espirituosas”, la verdad, el sábado les hice caso, fui a un restaurante, comí y cuando ya estaba a punto de partir, pedí un trago de tequila. Pensé ahora sí a dormir caliente, cuál...no más al salir del lugar y parecía que estaba en una refrigeradora.

Otros dijeron tome mate, ya lo he probado y no me agrada. Marcelo Tulbovitz me invitó una vez a tomarlo y saben, me quedo con el tequila. Hubo otros que me aconsejaron: busque una argentina; no creo, eso no. Me expongo a que en Costa Rica después me peguen y no mejor no. Como decían nuestros abuelos: “machete estáte en la vaina”.

Pero ni modo, no queda otra que acostumbrarse a las bajas temperaturas, por eso un día me animé a comerme un helado que me ofrecieron, el mismo traía queso rayado, chiverre, aunque los argentinos le tienen otro nombre y encima helados. De verdad muy, muy sabroso.

Y de Jujuy, su gente destaca por su amabilidad, pero ayer todos se fueron de fiesta o a descansar. Resulta que los domingos no abren nada o casi nada. Solo algunos restaurantes, porque negocios como tiendas, sitios para comprar tarjetas telefónicas, librerías, farmacias, oficinas de gobierno y otros más, estaban cerrados. Me voy porque el frío me congela, y como dijo Topo Giggio: “a la camita, a la camita”. Y con un café o té caliente a la par.