Cuando el tenista serbio Novak Djokovic se dio cuenta que era el campeón de Wimbledon de tenis, se derrumbó en el piso y acarició el césped, como si estuviera en su cama.
“ Cuesta mucho describir esto con palabras, es el día más lindo de mi vida. Es mi torneo preferido que miraba, el que siempre soñé con ganar", declaró el serbio luego de dar una especie de “vuelta olímpica” al court y lanzar sus raquetas al público de la tribuna.
Djokovic confirmó su amenaza de romper la hegemonía del tenis mundial que han compartido en los últimos tiempos el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, al conquistar Wimbledon dos días después de coronarse como número uno del mundo.
Con su tercera victoria en torneos de Grand Slam, tras vencer al español en cuatro sets, 6-4, 6-1, 1-6, 6-3, Djokovic confirmó su nivel y demostró por qué es el mejor jugador del planeta.
“Tenía que estar al máximo de mi juego y creo que hice el mejor partido sobre césped de mi carrera”, argumentó el nuevo rey.
Djokovic se convirtió en el primer tenista en ganar en Melbourne y Londres en la misma temporada, desde que Federer lo hiciera en 2007, 2004 y 2006.
Nadal, por su parte, se quedó a las puertas de convertirse en el segundo tenista de la historia en ganar en tres ocasiones tanto Roland Garros como Wimbledon en una misma temporada, un triple doblete que sólo ha logrado hasta ahora el sueco Bjorn Borg.
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