Agencia EFE.-Neymar, el último niño prodigio de Brasil, es hoy una pieza imprescindible para el Santos y la selección por su rapidez y su fina técnica, unas habilidades que solo se ven difuminadas por los pecados de su inmadurez.
Este delantero de 19 años tiene una arrancada explosiva y es preciso en el remate, pero son sus regates endiablados lo que le convierten en un jugador, extremadamente peligroso y capaz de acabar con cualquier defensa.
Hasta el momento los aficionados del Santos no tienen queja, puesto que a la vez que ha recuperado el “juego bonito” que evoca a las generaciones de Pelé y Robinho, Neymar ha vuelto a colocar al equipo a las puertas de ganar la Copa Libertadores de América.
¡Que le den la bola a Bolaños!
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